Después de que una madre publicara en The Observer una carta -que se hizo viral- en la que expresaba su preocupación por la forma de vestir de las jóvenes -con leggins y minifalda- en un campus universitario de Indiana, se inició la campaña #leggingsdayND para defender estas prendas de vestir.
Ahora, una carta en La Vanguardia ha abierto el debate sobre la moda de los shorts, porque, según su autor, es la demostración de que “el mal gusto impera con libertinaje”.
Hoy lo que prima son los shorts a ras de nalgas, enseñando mucho más de lo que se pueda imaginar. Desgarrados, con los bordes desfilados. No hablemos de las playas, el descontrol total de la moda y del buen gusto”.”
Resulta que el debate de los shorts no se centra solo en ellas, sino también en ellos. Marc Pérez Santiago, vecino de Barcelona, en su carta Los chicos y los shorts, explica que “con un amigo nos compramos unos shorts cortos, tejanos, normales y nada femeninos, en la sección de chicas de una tienda”.
“Mi padre me ha enseñado fotos de cuando él tenía mi edad: los chicos y los niños llevaban los pantalones mucho más cortos que las chicas, y era lo más natural. Y los bañadores se llevaban de tipo competición, muy estrechos”.
Ahora dicen que esto es de gays. No sé si es cosa de dictadura de la moda o del puritanismo. Dos amigos han seguido mis huellas y se han atrevido a enseñar los muslos, que los tienen muy guapos, con shorts cortos, pasando de prejuicios y dictados de la moda. Animo a todos los chicos y hombres a hacer el mismo”.”
La sociedad española no es aliena a otras polémicas que se han abierto en otros países, como en Estados Unidos, en Francia o en Italia.
En EEUU ha tenido eco la campaña #leggingsdayND para defender la libertad de vestir con leggins y minifalda después de que una madre católica lo pusiera en duda. Lo explicó en La Vanguardia la periodista Margarita Puig en su artículo Prohibir los leggings.
Soy sólo una madre católica de cuatro hijos con un problema que sólo las niñas pueden resolver: los leggings. Son tan ajustados. Tan reveladores. Las desnudan. ¿Podrían pensar en las madres de los chicos la próxima vez que vayan de compras y consideren escoger unos vaqueros en lugar de esas mallas tan ajustadas?”.”
“Lejos de amedrentarse, las universitarias a las que se dirigía esa madre católica se rebelaron organizando su primer Leggins pride day en el minuto cero”, detallaba Margarita Puig en su artículo: “Poca broma. Los campus se han llenado desde entonces de gente embutida en sus mallas preferidas en una contraprotesta en toda regla que sigue creciendo en las redes bajo el hastag #leggingsdayND y con el flashmob de Facebook consiguiente que une a profesores y estudiantes. Padres y alumnos. De todas las edades, razas y géneros”.
Igual que pasó en Estados Unidos con la campaña #leggingsdayND de protesta a favor de la minifalda y de los leggins; en Italia, se convocó el día sin sujetador (#freenipplesday) en solidaridad con las mujeres que deciden salir a la calle sin esta prenda.
Se trata de una propuesta que lanzaron dos jóvenes de Turín, Nicoletta Nobile y Giulia Trivero, para apoyar a la capitana alemana del Sea Watch 3 , Carola Rackete, que fue insultada en las redes sociales y por un diario ultraconservador italiano por no llevar esta prenda cuando declaró ante la Fiscalía de Agrigento, en Sicilia, donde está siendo investigada por favorecer la inmigración clandestina. Se inicio así la llamada ‘guerra de sujetador’.
Por su parte, de Francia ha llegado una reveladora encuesta, según la cual las jóvenes tienen miedo a hacer topless porque son acosadas en las redes sociales, tal y como reveló un artículo en La Vanguardia de la periodista Maricel Chavarría.
En Barcelona, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una normativa este verano para regular el topless en las piscinas públicas.
El tema de las redes sociales preocupa. Cuando la lectora Anna Plans Colomé se decidió a compartir su escrito, ‘Niñas hipersexualizadas’, en la sección de Participación de La Vanguardia, seguramente, no era consciente de la gran repercusión que tendría en otros padres su descripción del problema de la sobreexposición de las niñas y adolescentes en las redes sociales y en Internet.
El sentido de la privacidad y del respeto por el propio cuerpo debe enseñarse desde muy temprana edad”.”