Agresiones físicas y, sobre todo, verbales, que tiene lugar en espacios públicos, especialmente, durante un viaje en tren o en el metro de una gran ciudad, como Barcelona, Madrid o Bilbao.
Así es como se están produciendo en las últimas semanas una confluencia de incidentes racistas y homófobos que, según el 70% de los 35.000 lectores de La Vanguardia que han participado hasta el momento en nuestras encuestas, representan el ejemplo de que hay un problema creciente de xenofobia y homofobia en España.
Entre los últimos episodios de agresiones a la comunidad gay destaca el de la mujer denunciada en un vídeo por amenazar e insultar a una pareja de chicas que se estaban dando un beso en el vagón de un convoy del metro de Barcelona -según reveló una de las agredidas a través de las redes sociales-.
La propia denunciada se puso en contacto con la sección de Participación de La Vanguardia, a través del Buzón del Lector, para dar su versión de los hechos y pedir disculpas.
Pocos días antes y también en Barcelona, un individuo amenazó con agredir a un homosexual porque no le gustaba su forma de vestir “tan femenina”. Un amigo de la víctima lo grabó todo y otro lo compartió hasta volverlo viral. “Te voy a hacer heterosexual a hostias”, le advirtió.
Recientemente también, en Bilbao, se ha producido otro episodio de racismo. “Puto africano” y “monos de mierda”. Son las palabras que empleó una mujer que viajaba en un tren de Bilbao para increpar a dos jóvenes que se encontraban en el mismo vagón que ella. Según denunció la asociación EsRacismo, la agresión tuvo lugar el 1 de julio alrededor de las 21:40 horas, en un tren en dirección a Bilbao.
Pero, tampoco es el primer episodio de este carácter xenófobo que se produce en una gran ciudad española. Y todo ello se produce en medio de polémicas, también, a nivel de los discursos de los partidos políticos.