Agresores y agredidos

Los gobiernos de todos los tiempos saben perfectamente lo que no deben hacer y, sin embargo, siguen adelante con políticas que el tiempo demuestra que fueron erróneas y nefastas. La historiadora norteamericana Barbara Tuchman sostiene que los conflictos los empezaron políticos que eran conscientes de los riesgos catastróficos que asumían.

Desde Felipe II y sus cinco guerras paralelas imposibles hasta De Gaulle con su defensa de Argelia en 1958 para abandonarla en 1962, pasando por la guerra de Vietnam de tres presidentes norteamericanos o la decisión de la gerontocracia soviética de invadir Afganistán en 1979, los fracasos se han sucedido en todos los siglos y países. La historia se ocupa de los victoriosos de forma inmediata, pero no olvida a los vencidos, que, a veces, aparecen como ganadores porque la razón estaba de su parte.

Horizontal

 

Kevin Lamarque / Reuters

El mundo contempla con desconcierto el cambio de las reglas de juego de la política exterior de Estados Unidos. Donald Trump y Elon Musk fueron entrevistados conjuntamente en una extraña combinación de la ley de la fuerza y la exaltación del poder del dinero que lo compra todo.

No son causas nobles, sino reminiscencias imperiales para ampliar dominios territoriales. Putin quiere recuperar las repúblicas emancipadas de la Unión Soviética, Xi Jinping suspira por anexionar Taiwán, Trump pretende incorporar Canadá y comprar Groenlandia, mientras que Netanyahu sueña con ocupar Gaza y Cisjordania echando a los palestinos a ninguna parte.

Lee también

Europa, ni vencida ni muerta

Lluís Foix
TOPSHOT - France's President Emmanuel Macron welcomes Britain's Prime Minister Keir Starmer before an informal summit of European leaders to discuss the situation in Ukraine and European security at The Elysee Presidential Palace in Paris on February 17, 2025. European leaders were due to meet in Paris on February 17, 2025 to address Washington's shock policy shift on the war in Ukraine, as Britain declared itself ready to dispatch peacekeeping troops to Ukraine. (Photo by Ludovic MARIN / AFP)

Siempre que se cambian las fronteras por la fuerza o por ambiciones económicas o culturales se está cerca de inevitables guerras. Pactar con el agresor, Putin en este caso, puede detener las matanzas horribles del conflicto. Pero no se alcanzará la paz ni se recuperará la seguridad colectiva. Zelenski es incapaz de detener a Rusia si es abandonado por Trump y se queda solo con la ayuda de una Europa que se ha despertado y ha descubierto que Estados Unidos no estaba a su lado.

Si Ucrania es amputada territorialmente con un pacto entre Trump y Putin, Europa deberá afrontar dolorosos sacrificios para defender sus fronteras, su independencia, sus libertades y su sistema de vida. La experiencia británica frente a Hitler puede ser una pauta que seguir.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...