Tras el concierto de Dream requiem , la obra sinfónica de Rufus Wainwright, el sábado en el Palau de la Música Catalana, hubo una pequeña fiesta con los músicos y cantantes del Orfeó Català y algunos invitados, que se fotografiaban con el músico. Al fondo, discreto, sin que apenas nadie le molestara, estaba una de las figuras más icónicas de la historia del rock: Pete Townshend, el legendario guitarrista y compositor de The Who. Había venido a Barcelona expresamente para asistir al estreno del réquiem de su amigo, que describió como una reflexión sobre el futuro devastado que espera a la humanidad si no le ponemos remedio. Le encantó Barcelona cuando la visitó en el 2023 con su banda y se quedó con ganas de más, aunque en esta ocasión tampoco tenía demasiado tiempo pues se marchó al día siguiente. “Tengo la agenda muy ocupada, pero por Rufus no me importa venir, y eso que no lo haría ni por los Rolling Stones”, bromeó con algunos de los asistentes, con los que, pese a la fama de arisco que le precedía, también se dejó fotografiar de buena gana.
Pete Townshend en el Palau
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