Durante la Segunda Guerra Mundial, alrededor de 1.000 pilotos negros participaron en los combates de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Europa y el norte de África. Eran tiempos de la segregación racial, razón por la cual fueron entrenados al margen del resto de sus compañeros blancos. Se les conoce como los Aviadores de Tuskagee, por la ciudad de Alabama donde se les formó, y han sido objeto de estudios históricos, documentales, novelas y una película (de 1995) protagonizada por Laurence Fishburne. Hasta ahora, su papel era estudiado también por los nuevos aspirantes a piloto en el ejército de EE.UU., así como el de las mujeres que, en número indefinido, pilotaron esos mismos aviones para su transporte.
Con el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, esto se ha acabado. Según la CBS, la Fuerza Aérea ha retirado de sus programas toda referencia a negros y mujeres, en aplicación del decreto presidencial que suprime todas las iniciativas para promover la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI). Solo blancos y machotes.