La plaza seguía ahí

En octubre del 2017, ante la incertidumbre política, el Banc Sabadell decidió trasladar su sede a Alicante. En ese momento gobernaba la ciudad de nombre homónimo una marca local de la CUP que se había partido el mandato y la alcaldía con Esquerra. Desde la agrupación local de la formación anticapitalista, como respuesta a la decisión empresarial de la entidad financiera, que esta semana ha decidido regresar a la cocapital del Vallès Occidental y fijar allí su domicilio social, se apostó unas semanas después por renombrar una plaza ubicada en el centro de la ciudad al padre de Josep Oliu, a Joan Oliu. Se hizo incluso una performance, se tapó la placa y se rebautizó como plaza 1 de octubre. De todos modos, el cambio nunca se hizo efectivo y solo fue un acto simbólico. La plaza dedicada a Joan Oliu ha seguido todo este tiempo en el mismo lugar desde el año 2001. El padre de Oliu, condecorado con la Creu de Sant Jordi y la medalla de la ciudad al Mérito Económico y Social, fue consejero director general del banco de 1977 a 1990 y su hijo le sucedió como presidente.

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