Si hay un país que no he pisado y estoy seguro de que fuimos presentados ese es Cuba. Amor a distancia, será eso, y hoy mucha pena porque ya ni en Estados Unidos le hacen puñetero caso. Olvidada y sola, el gran apagón eléctrico que ha sufrido toda Cuba es terrorífico por simbólico: ni hay luz ni se la espera.
Hay, en cambio, “patria, revolución y socialismo”, según ha recordado Miguel Díaz-Canel, ¡primer secretario general del PC de Cuba!, en plena “emergencia energética”, el enésimo eufemismo de una dictadura a la que tantas gracias le rieron en Occidente, olvidando que cuando tomó el poder en 1959 –para no soltarlo– la renta per cápita era superior a la de España y ya no digamos a la de los vecinos del Caribe (siempre podrán compararla con Haití).
No sé qué pensarán del panorama de Cuba los que aquí ven fascismo por todos lados
Gracias a la dinámica de bloques en fase de consolidación, los cubanos tendrán la opción de seguir malviviendo a poco que Rusia, China o Venezuela estiren el brazo y suelten migajas energéticas. La Habana: ¡aquí la revolución! Y patada a seguir...
De alegría de la huerta al día a día a oscuras. Ya me parecía de pequeñito que no podía terminar bien esto de que el Estado fuese el único empresario y pagase lo mismo a un tipo que trabaja como a otro que baila el mambo. Hay cosas simples, sencillas, claras que terminan imponiéndose a las grandes teorías, las polémicas de salón y las ideologías. Cuba ya no puede seguir invocando la hostilidad de Washington para justificar su desbarajuste. Tampoco se vislumbra la caída del sistema. Es decir: más años de ir tirando.
De Cuba nos llegaba gente alegre como Antonio Machín y sus boleros o el juego de piernas de Pepe Legrá, el puma de Baracoa Luis Aguilé cantaba aquello de Cuando salí de Cuba y siempre había en el barrio uno que fue a Cuba y se echó novia o se fumaba un Montecristo. Pese al antagonismo ideológico, la corriente de afecto popular era y es grande. Nada nos era ajeno.
Más se perdió en Cuba, lamentaban los abuelos. Más se ganaba en Cuba, decían los indianos. Y cuánto cuesta admitir a las fuerzas progresistas de España que a todo le llaman fascismo que lo de Cuba es de juzgado de guardia...