La guerra en Ucrania se recrudece

La guerra en Ucrania se recrudece

Para Ucrania resistir es vencer en la larga guerra de desgaste a que la someten las tropas rusas. El pasado martes, sin embargo, el ejército regular ucraniano aprovechó la reducida presencia de fuerzas rusas en la región fronteriza de Kursk para llevar a cabo la incursión más importante que ha realizado en territorio enemigo desde que empezó la contienda, hace ya dos años y medio. Las fuerzas ucranianas conquistaron diez kilómetros de suelo ruso, tomaron la ciudad de Sudzha, de 5.500 habitantes, e hicieron numerosos prisioneros. Con ello han aumentado el llamado fondo de intercambio , nombre con el que se designa a los soldados rusos capturados para devolverlos a Rusia a cambio de prisioneros ucranianos. Al parecer, miles de ciudadanos rusos de la región han pedido ser evacuados en tren hacia Moscú.

La citada acción del ejército de Ucrania, que se mantiene y avanza todavía en la región conquistada, ha servido sobre todo para elevar la moral entre sus tropas y su población, después de los avances registrados en los últimos meses por los rusos. Para Ucrania son fundamentales acciones militares de este tipo, por difíciles que sean, para poder mejorar su posición ante unas posibles negociaciones con Rusia para intentar un alto el fuego.

Rusia reacciona con dureza frente a la incursión del ejército ucraniano en Kursk

Las tropas rusas, en paralelo, siguen con su lento avance en las regiones orientales, Donetsk y en el nordeste de Járkiv frente a un ejército ucraniano que tiene dificultades para hacerles frente. El presidente Putin, sin embargo, ha calificado la citada acción bélica de Ucrania en la región de Kursk como una gran provocación, ya que ha supuesto un duro e inesperado golpe militar. Ayer mismo, Rusia redobló sus ataques con artillería pesada y aviación al tiempo que puso en marcha una operación especial antiterrorista para controlar todos los movimientos de la población en las regiones fronterizas, tanto la citada Kursk como Bélgorod y Briansk.

Los nuevos episodios bélicos, además de los muertos y ­heridos registrados, suponen un riesgo para la central nuclear de las cercanías de Kursk y para el nexo de gas natural de Sudzha, que conecta los gasoductos con destino a Hungría.

La tensión y los ataques y contraataques de rusos y ucranianos son constantes y diarios a lo largo de los más de mil kilómetros de frontera común. La ayuda de los países de la OTAN es fundamental para que las tropas de Ucrania puedan resistir, ya que son menores en número y están peor equipadas. Moscú, pese a la citada incursión del ejército ucraniano en Kursk, confía en ganar posiciones progresivamente y poder situarse en una posición de fuerza cuando se negocie un alto el fuego. La comunidad internacional, en cualquier caso, debe forzar esas negociaciones cuanto antes. Ya han muerto más de cien mil soldados y más de diez mil civiles desde que empezó la guerra, y la cifra aumenta sin cesar día tras día.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...