La última zancadilla

FUTUROS IMPERFECTOS

La última zancadilla
Màrius Carol Consejero editorial

No han venido a hacer amigos. Es más, resultan una burbuja en el Congreso de los Diputados. Entran y salen juntos de la Cámara como si se protegieran de algo o de alguien. Dieron los votos de la investidura a Pedro Sánchez, pero están haciendo lo posible para que parezca que son quienes van a descabalgarlo. El tono de sus intervenciones no es que sea ácido, sino que produce irritación. Seguramente se trata de marcar territorio, pero desconozco hasta qué punto la falta de empatía puede ser la fórmula del éxito.

Pleno en el Congreso de los Diputados Miriam Nogueras

  

Dani Duch

Junts es un partido de difícil definición, más allá de su independentismo. Su portavoz parece la teniente O’Neil (“cuanto más me putean, más ganas tengo de resistir”) y su estrategia parece extraída de El arte de la guerra, de Sunzi (“nuestra invencibilidad depende de nosotros, la vulnerabilidad del enemigo, de él”. El martes plantaron cara a Pedro Sánchez, tumbándole la reforma migratoria que habían votado otros partidos independentistas o nacionalistas (Bildu, ERC o el PNV) y los objetivos de déficit y deuda de los próximos presupuestos del Estado. No les importó salir en la foto al lado de PP y Vox. Intentaron explicar que su reino no es de este mundo, lo que da para mucho si se explica poco.

Junts tumba con el PP y Vox la reforma migratoria y los objetivos del presupuesto

Es evidente que Junts está en modo desestabilización. No toleran que ERC pueda hacer presidente a Salvador Illa y, sobre todo, que los catalanes no hayan votado la restitución de Carles Puigdemont, que intenta jugar las pocas cartas que le quedan desde el lado oscuro de la fuerza, donde, según la filosofía Sith, el estado natural de las cosas es el conflicto perpetuo. Miriam O’Neil Nogueras le dijo al PSOE el martes: “Ustedes no han dejado de ser aquel partido que abrazó con entusiasmo la aplicación del 155”, lo que a estas alturas parece una lectura muy sesgada de la realidad. El Gobierno hizo como quien oye llover, pero le han hecho un roto. E incluso en el PP hay quien piensa que la moción de censura contra Sánchez está más cerca que nunca.

Pujol y Mas pidieron hace un par de meses el carnet de Junts. Pero ¿realmente se reconocen en este partido? ¿Entre el peix al cove i el arte de la guerra no hay una posición más equilibrada? Continuará.

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