Matinal de ‘groupies’ con Patrick Radden Keefe

Matinal de ‘groupies’ con Patrick Radden Keefe

Es humano. Llega sudando y tarde. Menos mal. Le esperamos cuarenta colegas, en actitud entre colegial y mitómana. ¿Y si no hay una silla vacía? La hay. Es Patrick Radden Keefe, uno de los mejores periodistas de investigación en activo. Lleva varias semanas viviendo en Barcelona. Es el primer invitado del ciclo Resident del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. El enorme reportero norteamericano de The New Yorker está citado con una cuarentena de admiradores, entre los que hay básicamente periodistas, pero también escritores de ficción, historiadores y documentalistas. Es una rueda de prensa por, entre, para y sobre periodistas. Una clase magistral.

Patrick Radden Keefe, a la derecha, con la directora del CCCB, Judit Carrera, en el encuentro con periodistas de la semana pasada

Patrick Radden Keefe, a la derecha, con la directora del CCCB, Judit Carrera, en el encuentro con periodistas de la semana pasada

CCCB

Radden Keefe ha llevado al extremo la magia de este oficio: hacer ver cosas que están ocultas. No le interesan las que están a la vista; o le interesan menos. Agarra una historia y la desgrana hasta el final. O cuenta con matices de tal calidad que las revela distintas. Es autor de No digas nada , una espeluznante historia del IRA a través de una de sus militantes, y de Los Sackler , dueños de la farmacéutica que infectó Estados Unidos de opiáceos. A inicios de septiembre publicará Cabeza de serpiente. Una epopeya oscura en Chinatown (Reservoir Books en castellano, Periscopi en catalán).

Las preguntas son más genéricas o más concretas, todas alrededor del oficio. A los periodistas nos encanta hablar de nuestro oficio, y hoy tenemos la excusa interpuesta perfecta. Detrás de nuestras preguntas, la protagonista de la mañana es la Sra. Verdad. ¿Cómo alcanzarla? ¿Existe o, por el contrario, solo la contamos? ¿Cómo la busca él?

Radden Keefe tiene el privilegio casi único de poder dedicar semanas o meses o hasta un año a un reportaje. No se trata de lentitud contra velocidad, sino de dedicación, profundidad, perspectiva, dimensión, detalles, rigor y literatura.

Otro de los protagonistas de la sesión es Mr. Trola, esto es, Donald Trump. Todavía no le han tiroteado, de manera que solo le preguntamos si es posible atacarle a base de periodismo, sin disparos ni contramentiras.

Si sus votantes serán permeables a la verdad revelada, al contraste de sus argumentos con los datos reales. Radden Keefe no es optimista. Los votantes hoy son adeptos acríticos. ¿Sirve de algo el periodismo, la imperfecta verdad?  

La mayoría de sus artículos, lamenta, no tuvieron ningún impacto, empieza diciendo. Pero admite inmediatamente -recuerda- que un miembro del staff de Mr. Trola tuvo que dimitir justo antes de que publicara un reportaje sobre sus métodos corruptos.

Para abordar la verdad, Radden Keefe aboga por “engañar” al lector: llevarle al final del texto, aunque no quiera, con buena literatura

El periodismo, admite también, es “el mensaje en la botella del futuro”. Se ejerce con armas tan sencillas como libreta, bolígrafo y preguntas adecuadas.

En dos horas la palabra más repetida es tricky . Truco, engaño. Pero no habla de Trump, sino de cómo un periodista atrapa la atención del lector y lo lleva hasta el final, y no está haciendo scroll .

Lee también
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...