Lo normal no es normal
A mediados de los años noventa del siglo pasado, el diario Los Angeles Times , uno de los más influyentes de EE.UU., eliminó de su libro de estilo la palabra normal . Con tal decisión, el vocablo no podía utilizarse en ningún texto del diario. El LA Times abrió así la puerta al debate sobre qué significa realmente lo que consideramos normal o quién tiene la potestad de decidir lo que es normal o no lo es. Abría asimismo la posibilidad de abrazar la diversidad humana y de las cosas, en toda su magnitud y formas.
Normal , ‘normal’, en inglés, ha dejado de ser una palabra que yo utilice. Desde hace años intento, incluso en mis conversaciones más banales, evitar frases como… “esto no es normal”.
En un mundo diverso no tendría que haber pautas que nos diferenciaran
La normalidad no refleja o no entiende de diversidad y marca una pauta estereotipada de cómo deben ser las cosas. Son normales todas aquellas cosas, situaciones o personas que se ajustan a un patrón, pero, de nuevo, ¿quién decide ese patrón?
En un mundo cambiante como el actual, sería interesante hacer la reflexión de que todo es posible, que todo, excepto lo ilegal, tiene cabida, y, por lo tanto, todos somos iguales. Igual de normales.
En el diccionario de la Real Academia, normal significa “que se halla en su estado natural, habitual, ordinario, corriente, común, usual, frecuente, acostumbrado. Que por su naturaleza y forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano”. Se expresa de igual forma el Oxford English Dictionary, donde la palabra normal , pronunciada NOR-muhl, significa: “Constituir o ajustarse a un tipo o norma; regular, típico, ordinario, convencional”.
Así pues, depende de cada uno de nosotros considerar el uso de esa palabra y decidir si somos lo suficientemente importantes para definir lo que está bien, lo que está en su estado habitual o lo que se ajusta a las normas fijadas por no se sabe quién.
En Eurovisión, Nemo, una persona no binaria (ni hombre ni mujer), representando a Suiza, ganó y se convirtió en la primera persona de esta comunidad que vence en dicho festival. Más allá de que su canción, The code , entusiasmó a los jurados y al público, su triunfo significa mucho para un nuevo modelo de sociedad que ya existe y que deberíamos abrazar. Un colectivo humano, un mundo diverso y sin pautas o normas que nos diferencien.