La banalización de la política

FUTUROS IMPERFECTOS

La banalización de la política

El libro Los silencios de la libertad, de Guillermo Altares, se abre con una rotunda cita de Georges Bernanos en un relato de la represión franquista en el inicio de la guerra civil española: “La cólera de los imbéciles llena el mundo. Vuestro profundo error es creer que la estupidez es inofensiva. La estupidez no tiene más fuerza que un cañón de pequeño calibre, pero una vez en movimiento, puede con todo. Ninguno de vosotros ignora de lo que es capaz el odio paciente y la vigilancia de los mediocres y sembráis el grano en los cuatro puntos cardinales”.

FILE PHOTO: Spain's Prime Minister Pedro Sanchez speaks to the media on the day of his meeting with Ireland's Taoiseach (Prime Minister) Simon Harris to discuss recognising the Palestinian state, in Dublin, Ireland, April 12, 2024. REUTERS/Clodagh Kilcoyne/File Photo

 

Clodagh Kilcoyne/Reuters/Archivo

Sé que desde Plutarco les ha gustado a los ciudadanos poner de relieve los defectos de los hombres públicos y bromear sobre sus debilidades. Y siempre ha habido plumas dispuestas a banalizar la política y a abonarse a frivolizar sobre los políticos. Seguramente no solo es legítimo, sino que incluso puede resultar terapéutico. Pero con la difusión de las redes sociales y la multiplicación de medios digitales que no siempre han nacido para servir a la verdad, sino para in­toxicar en el ámbito público, la política se ha banalizado hasta extremos preocupantes y la opinión pública se ha vuelto más superficial. Donald Trump llegó al poder con su estrategia de los hechos alternativos para deteriorar el sistema y manipular a la opinión pública mediante su realidad paralela basada en las mentiras. Así que deberíamos reír un poco menos y pensar un poco más.

La frivolidad amenaza la democracia, pues los memes se imponen a las críticas

El tratamiento que se ha dado al amago de dimisión de Pedro Sánchez resulta desmoralizante. Las redes se han llenado de memes e incluso la prensa seria no ha podido resistirse a los juegos reunidos de la banalización. El propio PP ha caído en la trampa, buscando la descalificación más divertida. Claro que un país donde Federico Jiménez Losantos abrió su programa con la frase “30 de abril del 2024, primer día de la dictadura de Pedro Sánchez” dice poco de la responsabilidad ética.

Así se entiende que Milena Busquets, en su último libro, diga que entre el suflé de chocolate y Dios no hay nada que le interese. Pero, cuidado, que la frivolidad puede hacer que quien mande nos quiera imponer un tipo de chocolate y una manera de entender a Dios. Eso ya lo hemos vivido y no fueron los mejores días.

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