Las tormentas son solo políticas
FUTUROS IMPERFECTOS
Es posible que ERC haya incorporado a sus listas europeas a un meteorólogo de TV3 como Tomàs Molina porque la gente está más preocupada por el tiempo que por la independencia. De todas maneras, es tan poco creíble pensar que pronto lloverá a cántaros, como que un Gobierno español permitirá en esta legislatura un referéndum de autodeterminación. Hubo un tiempo en que el Govern se encomendaba a la Virgen de Montserrat cuando el agua escaseaba en los embalses, pero en la actualidad no pasa, porque son mayoría los agnósticos en el Consell Executiu. La fe mueve montañas, pero el independentismo ya no confía ni en su macizo más santo, ni para el agua ni para un referéndum. Otra cosa es que saquen a pasear el tema como antes desfilaban con los pasos religiosos. Más por obligación que por devoción.
A mediodía de ayer, fue Pere Aragonès quien compareció en el palacio Centelles, que fue sede de la Sociedad Filarmónica antes de serlo del Instituto de Estudios Autonómicos, que dirige el exdiputado de ERC Joan Ridao. Fue él quien le entregó al presidente catalán la hoja de ruta para materializar una consulta de independencia. La propuesta no resultó una gran novedad, pues apostaba por canalizarla a través del artículo 92 de la Constitución, que faculta los referéndums consultivos. Por cierto, la consulta debería convocarla el Rey, a propuesta del presidente del Gobierno, previa autorización del Congreso de los Diputados. “Bueno, pues molt bé, pues adiós”, según la frase del mayor Trapero que viralizó Twitter.
ERC incorpora a un meteorólogo, porque preocupa más el tiempo que la independencia
Aun así, Aragonès dijo, desde el palacio del barón de Centelles, que todo es posible, que presentará su propuesta en la próxima mesa de diálogo con el Gobierno y que solo hace falta voluntad política para preguntarle a la gente si quiere que Catalunya sea un estado independiente. El Gobierno le contestó que no cuente con ellos para este viaje y el PP arremetió contra Sánchez por no tirar a sus socios por la ventanilla.
La campaña electoral promete ser interminable. El propio Feijóo manifestó que no podía más de esta matraca. A ver si llueve con ganas y los meteorólogos vuelven a hablar del tiempo, incluso los que se apuntan a ERC.