El aeropuerto del Prat aspira a convertirse en un aeropuerto global, conectado con las principales ciudades del planeta, y la aportación de compañías de bajo coste, con sede en Barcelona, a este propósito es y debe ser fundamental. La capital catalana se encuentra sumida en un proceso, sin precedentes en el corto plazo, de internacionalización de su aeropuerto y de creación, por tanto, de nuevas rutas de largo radio. A los cincuenta destinos intercontinentales que la infraestructura aeroportuaria acredita en la actualidad, se sumarán, en los próximos años, otros más que enlazarán la ciudad con enclaves asiáticos de primer orden, como Shanghái, Tokio o Nueva Delhi, y que nos ayudarán a redescubrir destinos en América Latina que ya nos resultaban familiares. Lo mejor, por tanto, está aún por llegar.
La contribución de empresas low cost a la creación de nuevas rutas de largo radio en Barcelona ha sido y sigue siendo esencial
La contribución de empresas con modelo low cost a la creación de nuevas rutas de largo radio en Barcelona ha sido y sigue siendo esencial. Y no lo es porque vayan a operar esos vuelos, si no por su contribución a hacerlos posibles. Gran parte del récord de tráfico alcanzado en 2023, cuando se rozó los 50 millones de pasajeros (de los que 36 millones son pasajeros internacionales), se debe a la aportación de estas compañías. La recuperación del tráfico a niveles previos al covid arrancó en noviembre del pasado año y se consolidó al mes siguiente, con un 17,2% más de pasaje, logrando firmar así el mejor diciembre de la historia de El Prat.
Es un hecho contrastado que la ciudad de Barcelona, por sí misma, no acredita una demanda suficiente para acoger ciertos vuelos de larga distancia, en otras palabras, que necesita nutrirse de pasajeros que procedan del corto y medio radio. Y aquí es donde compañías como Vueling pueden aportar. Junto con Level, que opera vuelos de largo radio desde el aeropuerto del Prat, nos hallamos ante dos compañías llamadas a la colaboración y a la construcción de un verdadero hub de vuelos de corto, medio y largo radio en el aeropuerto barcelonés. El futuro puede ser brillante si se hacen las cosas bien, y en esta labor no sólo deben de participar las propias compañías aéreas, si no también las instituciones públicas y privadas catalanas, que a menudo reclaman un mejor porvenir para nuestro aeropuerto, y que se encuentran en condiciones de dar el empuje definitivo a la construcción de un verdadero aeropuerto global.
Pero, más allá de la gran estrategia de futuro que debemos trazar para el aeropuerto del Prat, también debemos ser conscientes de que el bajo coste contribuye a posicionar la marca Barcelona en todo el continente europeo, llevando hasta el último rincón de Europa aquello que nos hace diferentes a los barceloneses y barcelonesas.
Debemos ser conscientes de que el bajo coste contribuye a posicionar la marca Barcelona en Europa
Por todo ello, estamos de enhorabuena. En los próximos años, seremos testigos de una verdadera “explosión” intercontinental en el aeropuerto de Barcelona. No hace falta ser un lince para darse cuenta de ello. El Prat está llamado a ser el aeropuerto de referencia en el Mediterráneo Occidental, y en el camino que nos llevará a conseguirlo, la contribución de empresas con un modelo de bajo coste es clave.