Es cosa de boomers declarar la Semana Santa inaugurada cuando Judá Ben-Hur aparece en la pantalla de la televisión con cara Charlton Heston. La nueva audiencia digital es infiel por naturaleza y este año ha sustituido la escena épica más famosa del cine por una carrera de cuadrigas con el presidente de Murcia disfrazado de emperador romano. Fernando López Miras podría compartir la talla o apodo con Teodosio I, el Grande, pero, a pesar del furor de los murcianos, la avenida Juan Carlos I de Loca no consigue en pantalla el lustre de los 73.000 metros cuadrados que se montaron en los estudios romanos de Cinecittá.
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, durante su participaciónen los desfiles bíblico pasionales de la Semana Santa de Lorca (Murcia).
Cuatro caballos blancos de pura raza española, cinco semanas de rodaje, tres meses de montaje y 32 trepidantes minutos de acción para la historia del cine. López Miras solventa su carrera en un par de minutos y miles de reproducciones. El barón del PP pasó entre el viernes y el sábado de emperador a costalero, mientras el concejal de Cultura e Identidad (sic) de Murcia presenta al mundo X a “Isabelita, la Toloya, cantando en el Guinea, con Paco de los Huevos” esperándola en la calle. Le siguen en el hilo el Pichi, la Chota y el Durico con las habas de su huerto preparadas para echárselas en “la sená”.
La tradición es la tradición aunque obligue a hacer desdichadas aclaraciones en el siglo XXI. “No Ku Klux Klan. Spanish tradition”. El cartel reaparece cada Semana Santa en nuestras pantallas desde el 2019 gracias a la prevención de la Confitería El Pópulo, de Cádiz, que expone sus penitentes de barro –tres euros– en el escaparate sólo durante estos días. Que quede claro: “No somos racistas”. Parece que en una década sólo una persona cayó en la horrible confusión pero el cartelito ya es historia de las redes sociales. También las tormentas que dejan los pasos dentro de las capillas; y los abrazos de Antonio Banderas consolando a los cofrades de la Virgen de Lágrimas y Favores, aunque el favor sería que llueva… y mucho.
La devoción no está reñida con la política: siguen los rezos del rosario frente a la sede del PSOE. Ni con el negocio. En Sevilla, Málaga o Granada es habitual alquilar balcones, terrazas y ventanas en el recorrido de los pasos con precios que pueden llegar hasta los 10.000 euros. Lo que la tradición esconde es que hay que declararlo a Hacienda… La campaña de la renta está en marcha. Curiosa coincidencia con el calendario tuitero: Cada 25 de marzo, la Iglesia recuerda a san Dimas, el Buen Ladrón, considerado el primer santo de la Iglesia católica. ¿Los hay buenos?
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