El alzheimer es una enfermedad devastadora no solo para aquellos que la padecen. También para las personas que cuidan a los enfermos. Hoy en la sección de Sociedad contamos las historias de cuatro de ellas: Adriana, Núria, Gracia y Juan, aunque esta tarea recae todavía mayoritariamente en mujeres. Personas que han tenido que renunciar a su carrera profesional, a tener hijos, y que por el camino han perdido amigos y una vida como la que tiene cualquiera de nosotros. Y a pesar de todo, ninguna se arrepiente de entregar todo su tiempo a cuidar de su madre o de su padre enfermos, o de los dos.
Y eso que explican que terminan agotadas y que sufren. Que viven prácticamente con lo puesto, ya que las ayudas económicas que reciben son pocas y las redes de apoyo inexistentes.
Una sociedad justa es la que cuida de sus mayores y de
sus enfermos, sin duda, pero también la que tiene en cuenta y ayuda a las otras víctimas, que cuida a las personas que cuidan.