Si no cambia la tendencia meteorológica, Catalunya tendrá que recurrir a múltiples fórmulas para garantizar el suministro de agua a sus empresas y ciudadanos este verano. Una de las más probables es el uso de agua desalinizada que sería trasladada en barcos, y ayer trascendió que la Comunidad Valenciana está dispuesta a facilitar a Catalunya la que pueda disponer desde su planta de Sagunt. La falta de inversiones de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) durante los gobiernos de CiU y de sus sucesores ha contribuido a que hoy no se pueda combatir como es debido esta pertinaz sequía. En el 2009 se planificó la construcción de dos desalinizadoras, una en Cunit y una
segunda en Blanes, que nunca se hicieron. Y las propuestas de algunas que estaban sobre la mesa ya planificadas para intensificar la reutilización del agua en la zona del Besòs también quedaron en el olvido. Durante muchos años, los ingresos del canon del agua que ingresaba la ACA solo servían para sufragar la deuda de 1.300 millones de euros que tenía este organismo.
Y paradojas de la vida: aquellos gobiernos que no hicieron bien los deberes y que primaron otros objetivos políticos sobre cualquier otro obligan al actual a tener que recurrir a otros territorios que sí hicieron lo que tocaba. Es una lección que hay que tener en cuenta. El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, invocó ayer “la solidaridad entre las regiones” para dar su beneplácito a la operación que fue ideada por la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera. “El agua es de todos”, recuerda Mazón, que tiene un conflicto histórico en Alicante con el trasvase Tajo-Segura.
Detalle de una fuente en el centro de Barcelona, este pasado viernes
No se puede negar que Pere Aragonès se ha tomado muy en serio la problemática de la sequía y reconoce que es el principal reto que afronta su gobierno. Es discutible si podría haber actuado antes con la misma contundencia que ahora, pero es innegable su voluntad de resolverlo. Si llueve mucho en los próximos meses, se habrá resuelto temporalmente este quebradero de cabeza y no harán falta los barcos. Pero el problema de fondo subsistirá. Es bueno que se aprendan de los errores pasados. Y, como solemos decir, la independencia puede ser un objetivo respetable, pero de lo que se trata es de gobernar bien la autonomía.