Musculman en Arabia

Musculman en Arabia

Cada vez conocemos más detalles sobre las lesiones de los deportistas. Sus recaídas empiezan a generar tanto interés informativo como las infidelidades de los famosos que ocupan a la prensa rosa. Pongamos el caso del pobre Íñigo Martínez en el campo del Barbastro, que apenas recuperado de una lesión en el isquiotibial del muslo derecho solo tardó once minutos exactos en tener otra lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Resulta entrañable el énfasis con el que los comentaristas señalaron que no era la misma pierna. A pesar de ello, al defensa vasco le auguran cuatro semanas más en el dique seco.

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Julio Muñoz / Efe

Rafa Nadal deberá parar de corretear el triple de tiempo. Él mismo vaticina tres meses de recuperación para rehacerse del microdesgarro muscular en la zona de la cadera izquierda que le apartó esta semana del Open de Australia. Por suerte, dice, no es en la misma parte del músculo donde tuvo la última rotura de la que intentaba recuperarse: una lesión de grado 2 en el psoas ilíaco de la pierna izquierda. En ambos casos son veteranos –32 y 37 años, ejem–, pero las enfermerías de los mejores clubs de fútbol están llenas de jovencitos con lesiones musculares, fruto de un calendario diseñado por mentes ansiosas (de llenarse los bolsillos) y desplazamientos de kilómetro 1.000. Hoy mismo, Osasuna y Barça se enfrentan en Arabia Saudí y todo buen psicópata sabe que Riad es un punto intermedio entre Pamplona y Barcelona. Aún se lesionan poco.

Los músculos generan tanto interés como las infidelidades

Antes de cursar Filología empecé Medicina. De aquel primer (y único) curso recuerdo las listas interminables de huesos, músculos y nervios que memorizábamos para la asignatura de ana­tomía. Nos hubiera ido de perlas que la prensa deportiva de la época fuera tan precisa, prolija, hipocondríaca y quisquillosa como la de hoy.

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