Dicen que reírse de uno mismo es el humor más sano. Pues el ministro José Luis Escrivá, antes de Seguridad Social y Migraciones y ahora de Transición Digital, demuestra tener un gran sentido del humor. Ayer hizo gala de ello en las redes sociales, compartiendo él mismo un “simpático” vídeo que recoge “anécdotas que mi equipo ha recopilado a modo de despedida”, explica. En él se ve a Escrivá protagonizando algunos momentos delirantes en diversas intervenciones, tanto en el Congreso como en actos públicos. Despistes, en definitiva, como cuando rompe sus gafas sin querer, vierte el agua sobre un cubículo de un atril al confundirlo con un vaso, pierde el hilo de lo que está explicando, responde a una llamada telefónica de la vicepresidenta Yolanda Díaz en medio de una conferencia, o cierra la respuesta a una pregunta de los medios regañando a quienes quieren buscar tres pies al gato cuando “el gato solo tiene dos pies”. “Embrollos”, define el ministro, que también acepta titular como “de atriles traicioneros”.
“De atriles traicioneros”
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