El rumor dice que, si Pedro Sánchez consigue sacar adelante su investidura, la ministra de Vivienda será Ada Colau. Las redes se han llenado de innecesarias diatribas contra la exalcaldesa de Barcelona. Recuerdan que su actuación al frente del municipio la califica como una apuesta nefasta para ese nuevo cargo.
Se equivocan. Quizá sí fue una alcaldesa pésima, pero eso no impide que como ministra (y precisamente de Vivienda) pueda ser efectiva. Basta repasar su historial. Empezó su trayectoria como activista, vinculada al movimiento okupa. Formó parte del colectivo Miles de Viviendas. Fue cofundadora de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y del grupo V de Vivienda, en el cual dio vida a una superheroína vestida de negro y amarillo que de repente aparecía en actos públicos de diverso tipo para denunciar problemas. El personaje era una especie de abeja, pero no avariciosa como la de Rumasa. Esta se llamaba Supervivienda y se hizo muy amiga de Imma Mayol, una de las lumbreras de ICV.
Su actuación como alcaldesa no impide que pueda ser una buena ministra
Sus grandes momentos de gloria fueron como guionista y actriz de la serie Dos + Una de Antena 3, que narraba las vicisitudes de cuatro hermanas. El papel de la mayor lo interpretaba Ada Colau, que, siendo de humilde proceder, utilizaba el nombre de Ada Layunta. En esa gran serie, la actual ministrable desplegó sus grandes dotes teatrales. Dotes teatrales que, añadidas a unas cualidades musicales destacables, le sirvieron a la hora de interpretar aquellos grandes hits titulados El run run y Ada is in da house. De la rumba al reguetón sin despeinarse.
Sería bonito que pudiera ahora recuperar del armario aquel disfraz de abeja y ponérselo el día que prometa el cargo de ministra. Sería la forma perfecta de cerrar el círculo. Ojalá no haya que repetir elecciones al Congreso de los Diputados y podamos verla instalada en Madrid, a perpetuidad.
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