Filipinas: el principio del fin del imperio español
HACE HOY 125 AÑOS
Un pequeño destacamento militar español queda rodeado por una fuerza diez veces superior en la iglesia de la localidad filipina de Baler. El sitio dura 337 días, hasta el 2 de julio de 1899
Los supervivientes del destacamento de Baler en el patio del cuartel Jaime I de Barcelona (actualmente uno de los campus de la Universidad Pompeu Fabra) a su llegada a la península. (2 de septiembre de 1899)
Julio de 1898 fue un mal mes para España y desencadenante de un funesto año que pasaría a los anales.
Tras la derrota naval en Cavite (Filipinas) contra la joven pero ya poderosa Armada estadounidense, el poder español se desmoronaba en el archipiélago: el 1 de julio comenzaba allí el sitio de Baler, en el que un destacamento español en un enclave de la isla de Luzón resistió con épica pero sin esperanza los ataques de los filipinos insurrectos.
El episodio es más conocido por nuestros lares con el castizo título de “Los últimos de Filipinas”. Si en el Pacífico las cosas se ponían feas, en el Caribe no iban mucho mejor: el 3 de julio, de nuevo los estadounidenses infligían un severo correctivo a la Armada vencible en Santiago de Cuba. España, otrora imperial, se abocaba al desastre del 98.