La última bala de plata
FUTUROS IMPERFECTOS
Hay personajes que, de tanto verlos en el cine, uno cree conocerlos. Me ocurrió hace unos años en un bar de copas del barrio francés de Nueva Orleans, donde me encontré en la barra a Al Pacino y no pude dejar de saludarlo (a distancia), no fuera a ser que me respondiera con esa rabia explosiva con que lo definen en Wikipedia.
Lo he recordado porque en Paris Match muestran una imagen suya con su novia Noor Alfallah, de 29 años, que está a pocos días de hacerlo padre, con 83 años. La reacción del actor, al saber la noticia, no fue precisamente propia de un pipiolo enamorado o de un abuelo feliz, pues exigió a su compañera un test de ADN. Feo: ante una noticia así, uno puede besar a la pareja o irse a Pernambuco, pero pedir un test de paternidad es echar directamente la relación por la borda. La duda ofende. El actor no creía que aún fuera fértil, porque había tenido problemas de infertilidad en el pasado.
Pero el destino juega a la ruleta y a veces toca. El test no ofreció dudas: Al Pacino tendrá un cuarto hijo a una edad en que otros son bisabuelos. El actor de Scarface anda con un mosqueo descomunal con su pareja, porque no le comunicó el embarazo hasta que se hizo evidente. Debió de ser cosa de la presbicia que no se diera cuenta antes.
Al Pacino (83) le pidió a su novia el test de ADN cuando le dijo que estaba embarazada
A su novia, la escritora Noor Alfallah le han llamado cosas bastante desagradables en la prensa popular norteamericana, porque sus parejas han sido personajes ricos y famosos, pero sobre todo galanes maduros. Es el caso del músico Mick Jagger (79), del actor Clint Eastwood (93) o del inversor Nicholas Berggruen (61). Paris Match no entra en este juego y elegantemente se limita a recordar la sentencia de que “el corazón no sabe lo que ve, solo sabe lo que siente”.
Al Pacino ha buscado consuelo en la madre de sus gemelos, con quien se le ha visto cenando en Los Ángeles con aspecto desconsolado. El actor, que había firmado escribir sus memorias para Penguin Random House hace unos meses, deberá añadir un último capítulo.
Asimismo, puede buscar consuelo en Robert De Niro, que se acaba de enterar de que también será padre con 79 años. Las balas de plata suelen ser especialmente certeras.