Los analistas internacionales ya llevan tiempo advirtiendo de la paulatina influencia económica de China en Oriente Medio, África y Sudamérica. Este despliegue conjugado de actividad comercial y de ayudas económicas que ha protagonizado la diplomacia china entra ahora en una nueva fase que es aún mucho más importante: la influencia política. Si hace un mes China tuvo un papel protagonista en el restablecimiento de relaciones entre Irán y Arabia Saudí, que se escenificó en Pekín, ahora ha impulsado un acuerdo para acabar con la guerra en Yemen, la que para algunos es la mayor crisis humanitaria (y olvidada) del mundo.
Todo va muy rápido y esta guerra que parecía interminable, tras seis años de conflicto que han destrozado el país, parece ahora más cerca que nunca del final después del acuerdo entre saudíes e iraníes del mes pasado. Lo más difícil era lograr la distensión entre la gran potencia suní, Arabia Saudí, y la chií, Irán,
que se enfrentaban en bandos diferentes en esta guerra. Una vez
restablecidas las relaciones, ahora solo es cuestión de tiempo. Así, para mañana se prevé el mayor intercambio de prisioneros entre los dos contendientes desde que se inició la guerra.
La diplomacia lenta pero efectiva del presidente chino, Xi Jinping, ya está dando sus frutos. El pasado diciembre participó en Riad en el Consejo de Cooperación del Golfo, una institución de la que forman parte una treintena de países de la zona, y sentó las bases de su nueva y fructífera relación con Arabia Saudí, lo que se tradujo en importantes acuerdos de cooperación económica. El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, no dudó en recibir a Xi con todos los honores después de haber sido tildado de “paria internacional” por el presidente estadounidense, Joe Biden.
China no engaña a nadie y va a lo que va. Los escrúpulos que Occidente puede sentir por la vulneración de los derechos humanos o la democracia en estos países no aparecen en la hoja de ruta de Xi. De lo que se trata es de ampliar su influencia económica, y ahora política, en el mundo y a fe que lo está consiguiendo.