El anuncio de que habrá una secuela de Hotel Fawlty ha dividido a sus seguidores en dos bandos: los que creen que es buena idea y los que la consideran un error. John Cleese es quien prepara el proyecto, con su hija Camilla. Interpretaría al mismo Basil Fawlty de antes pero viejo, igualmente cínico y misántropo, y enfrentado a este mundo actual que a los ancianos nos cuesta entender.
Desde que la serie se estrenó a mediados de los setenta han muerto muchos de los actores que dieron vida a los personajes, y Prunella Scales, que interpretaba a la mujer de Fawlty, tiene alzheimer. Incluso el hotel que inspiró la serie ha desaparecido. En el 2015 lo convirtieron en un geriátrico.
En 1971 el hotel recibió como huéspedes a los miembros de Monty Python, que estaban en la zona rodando secuencias de su programa de tele, el Flying Circus. El amo del hotel, Donald Sinclair, era tan frío y malcarado que al cabo de dos días los miembros del grupo se fueron a otro. Solo John Cleese se quedó, fascinado por su comportamiento. Era capaz de reñir a Terry Gilliam ante todo el mundo por su forma de usar el tenedor y el cuchillo. En un momento determinado cogió la cartera de mano de Eric Idle y la tiró por la ventana. Cuando le preguntaron por qué lo había hecho contestó que, dentro, podría haber una bomba. A partir de la estupidez de este individuo, Cleese creó al personaje de Fawlty. Gracias les sean dadas a ambos.
John Cleese interpretaría al mismo Basil Fawlty de antes pero viejo
Al geriátrico que ahora hay donde antes estaba el hotel lo han bautizado Sachs Lodge, en recuerdo de Andrew Sachs, el actor que en la serie interpretaba el papel de Manuel, el camarero que era mexicano en la versión catalana e italiano en la española; y que en la original era de Barcelona. Afectado de demencia vascular, murió en el 2016, hecho que probablemente le impedirá asistir al estreno de la secuela de la serie, ausencia que desde esta columna lamentamos profundamente.