Atención al empleo. Durante el mes de enero se han destruido 215.047 puestos de trabajo, según revela la afiliación media de la Seguridad Social. Es una cifra similar a la de otros meses de enero, ya que tradicionalmente en esas fechas se pone fin a las contrataciones extraordinarias con motivo de la campaña de Navidad. Sin embargo, en términos desestacionalizados, ajustados al calendario, según destaca el Gobierno, las estadísticas señalan que hay 57.726 afiliados por encima del promedio de otros meses de enero. En una valoración similar coinciden también diversas instituciones de análisis económico independiente. De esta forma, en este mes de enero, el empleo se habría comportado mejor que otros años, tanto en cantidad como en calidad, ya que también aumenta la contratación indefinida de forma notable, como fruto de la reforma laboral.
Dicho lo anterior, en cualquier caso, es necesario hacer un llamamiento a la prudencia y a la reflexión. Hay que advertir, de entrada, que este año será difícil para la creación de empleo, ya que la economía crecerá cinco veces menos que en el 2022. Paralelamente, se endurecerá todavía más la política monetaria. El Banco Central Europeo (BCE) acaba de subir hasta el 3% los tipos de interés, medio punto más, y anuncia que los volverá a subir en la misma proporción el mes de marzo, al tiempo que recortará más la financiación a la economía. Con ello pretende debilitar la demanda (consumo e inversión), para flexionar los precios a la baja, lo que comportará dificultades crediticias para las empresas y las familias. La inflación de la zona euro, aunque en enero se ha reducido ligeramente, está todavía en el 8,5%, cuatro veces por encima del objetivo del 2%, y por lo tanto el BCE aprieta las tuercas.
Asegurar la creación de puestos de trabajo en un año difícil exige generar confianza empresarial
A nadie se le oculta que, ante ese escenario, las empresas
dispondrán de un margen de maniobra muy ajustado no solo para aumentar la contratación de más personal sino incluso para mantenerlo. La patronal CEOE advierte ya que a los mayores costes financieros se suman los incrementos de la fiscalidad, de las cotizaciones sociales y de los costes salariales.
Si se quiere mantener un buen ritmo de creación de empleo, tan necesario para un país con un paro superior al 12%, es evidente que el Gobierno debe prestar mucha más atención a las demandas y propuestas de los empresarios, que son los grandes creadores de puestos de trabajo , tanto los grandes como los medianos , los pequeños y los autónomos.
No ayudan en nada, en este sentido, las críticas y descalificaciones a los empresarios por una parte del Gobierno (Unidas Podemos) sin que la otra parte (PSOE) las desautorice. Un gobierno que quiera fomentar la creación de riqueza y de empleo debe preocuparse por crear un clima de confianza y de apoyo a los principales generadores de esa riqueza y de ese empleo, que son precisamente los empresarios. Lo contrario es social y económicamente suicida.