Qué bien le hubiese ido a Liz Truss si en el momento más decisivo de su carrera política hubiese sabido decir que no. “No, no quiero ser la primera ministra del Reino Unido”. Si hace 47 días esa hubiese sido su decisión, hoy no se vería en memes al lado de una lechuga que al final ha sobrevivido más días que ella. El mundo en el que vivimos ha convertido esa lechuga en una celebrity global, el pulpo Pop de nuestros días en versión hortaliza. Imagino la rabia de los tabloides españoles, que los hay, por no haberse inventado algo similar con nuestro primer ministro: “¿Quién aguantará más, Pedro Sánchez o este melón?”. Aunque en ese caso el melón se podriría, dada la demostrada capacidad de resistencia de Sánchez, que empieza a asustar al mismísimo Feijóo. Observen la cara que se le está poniendo últimamente al líder conservador.
Los sabios dicen que vales más por tus nos que por tus sís. Que lo difícil en la vida es decir que no. Por eso me parece admirable lo que ha hecho Salvador Salvadó, alcalde de Siurana (Priorat). Según informaba este diario, Salvadó ha rechazado que su municipio se sume a la lista de Pueblos más Bonitos de España, galardón que otorga una asociación del mismo nombre. ¿Qué alcalde iba a rechazar semejante privilegio? Pues este, que ha pensado que una distinción como esa era un regalo envenenado para Siurana, y que podía hacer morir de éxito a su pueblo por exceso de visitantes. Como si ganas un concurso de miss o míster camiseta mojada y lo rechazas porque no tienes ganas de aguantar a babosos.
Admirable no el del alcalde de ERC, afeado por la oposición (de Junts, claro), que ha renunciado a la gloria en la sociedad del ranking, donde se premia al que está en el top . Si no, eres un fracasado. Tengo la suerte de conocer Siurana desde pequeño. Mi familia veranea en Alforja, pueblo del Baix Camp casi en la frontera con el Priorat. La visita anual a Siurana ha sido una cita obligatoria, el pueblo al que llevabas a tus parientes, a tus amigos, a tus novias, para demostrarles que aquello era un paraíso aún por descubrir. Las últimas visitas ya no fueron tan idílicas por la multitud de turistas que también querían conocer, y en su derecho están, el paraíso. Siurana ya estaba a punto de morir de éxito, y un galardón como el de Pueblo más Bonito de España le hubiese dado la puntilla.
Siurana nunca se ha dejado conquistar fácilmente. En el siglo XII, fue el último reducto de la zona en ser tomado por las tropas cristianas. Su ubicación se lo facilitó. Acceder a Siurana en la edad media no tenía que ser sencillo, dado el lugar recóndito en el que se encuentra. Cuenta la leyenda que fue allí donde la reina mora Abdelazia decidió acabar con su vida antes de ver a su pueblo sometido por los cristianos. Montada en su caballo blanco, saltó al vacío por un despeñadero para no caer prisionera del enemigo.
A Siurana, un galardón como el de Pueblo más Bonito de España le hubiese dado la puntilla
Algo de carácter debió de imprimirle esa leyenda al actual alcalde, que tampoco se deja conquistar ahora por las tropas turísticas. El alcalde ha dicho no a la masificación, no a más ingresos, arriesgándose a no ser aplaudido. A cambio, quiere mantener la tranquilidad del lugar. Sabe que el rival no es pequeño. Me lo imagino rodeado por hordas de turistas ganándole posiciones, y el alcalde, en un callejón sin salida, acabando en el mismo Salto de la Reina Mora, y precipitándose al vacío a lomos de su caballo, y cogido de la mano de Liz Truss, que no quiere que el poder la vuelva a seducir nunca. Acto seguido sería algún turista el que, sin querer, se precipitaría al vacío mientras se hacía una selfie en el lugar de los hechos, y perdería la vida y, sobre todo, los likes que le iban a dar.