Hay quien celebra los éxitos con ruido y otros que prefieren la humildad. Es el caso de la tenista Garbiñe Muguruza, que esta semana se ha proclamado ganadora de las WTA Finals, la primera española en lograrlo. Ha sido 28 años después de la derrota de Arancha Sánchez Vicario en la final frente a su eterna rival Steffi Graf. Muguruza es la primera maestra española en un año impecable para ella. Actual número tres del mundo, pero que hace un tiempo ostentó el liderazgo, es mucho más que una fuera de serie en la pista. “Cuanto más envejezco, más quiero saber, más quiero involucrarme”. Es la sexta atleta mejor pagada según la lista de Forbes 2020, “con unos ingresos anuales de 6,6 millones de dólares”.
En poco tiempo ha acumulado una buena lista de patrocinios que ven y valoran en ella no solo su talento en la pista, sino su personalidad: fuerte, llena de energía y con una curiosidad que la lleva a desear conocer todos los detalles fuera y dentro de la pista. Por ello ha completado un curso de negocios en Harvard, para sacar el mayor rendimiento de su marca fuera de las pistas.
La fuerza mental de Garbiñe en la pista
se ha comparado con la de Rafa Nadal
Después de tres temporadas complicadas, Muguruza ha sabido ascender de nuevo a la élite, acompañada de una Conchita Martínez con la que tiene una sintonía absoluta y ha logrado devolverla al podio de las mejores del mundo. “He tenido miedo a ganar, miedo a perder, miedo a jugar, a no jugar… Miedo a muchas cosas. El fracaso y el éxito son las dos cosas más difíciles de manejar”. Muguruza no ha perdido la cabeza ni en las derrotas ni en las victorias; ella se marca objetivos y los persigue con firmeza y mucho trabajo. En más de una ocasión, la fuerza mental de Garbiñe en la pista se ha comparado con la de Rafa Nadal. Ella se ha consagrado como la primera maestra, y la prensa debe darle su lugar y su espacio como tal. No siempre ha sido así. Puede que por su personalidad más discreta, puede que porque todavía nos quede por mejorar en cuanto a los desequilibrios en el deporte femenino y masculino.
Muguruza tiene 28 años y el objetivo de conquistar los dos Grand Slams que le quedan: Estados Unidos y Australia. Es momento de celebrar, pero sin perder el foco. Rodeada de su equipo de profesionales, vuela segura para volver a ser la número uno del mundo.