Pasa por ser la última cabina telefónica con puertas de Barcelona. Su singularidad la ha convertido en un símbolo del barrio de Sant Genís dels Agudells. Una consulta ciudadana decidió que tenía que preservarse para convertirse en punto de intercambio de libros. Inspiró una concurso de cortometrajes con reminiscencias del célebre telefilme de Antonio Mercero protagonizado en 1972 por José Luis López Vázquez. El cariño que le profesan centenares de barceloneses impulsó una campaña de recogida de firmas para salvar a la cabina número 8595A de la calle Lledoner, 2. Se ha fotografiado, escrito y opinado tanto de ella que merecía mejor suerte que sus hermanas, que hace ya muchos años fueron borradas del paisaje urbano de la capital catalana. Y, desde el jueves, ya forma parte de la memoria histórica y colectiva de Barcelona. La comisión de gobierno del Ayuntamiento ha acordado en su última sesión aceptar “la donación pura y simple” por parte de Telefónica, a la que el Consistorio agradece la generosidad del gesto, de esta instalación vintage por su “carácter simbólico, histórico y paisajístico”.
Una cabina monumental
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