Leo la crónica de Anna Buj con un titular inequívoco: “Meloni se confirma como referencia para la ultraderecha mundial”. La información se refiere a la reciente cumbre de la extrema derecha en Roma, financiada por la fundación Edmund Burke y que al parecer ha tenido a Giorgia Meloni, la líder de los Fratelli d’Italia –herederos del fascismo de Mussolini–, su máxima estrella. Meloni, pues, ha cogido al testigo a Salvini, caído en desgracia por sus problemas con Umberto Bossi y en Emilia-Romaña. Nacía, pues, en el rutilante hotel Plaza de Roma, un nuevo liderazgo fascista que promete mucho ruido internacional.
Aunque la cumbre de Roma no es la primera de esta naturaleza –ha habido otros aquelarres ultras en los últimos tiempos–, hay que poner la lupa al detalle, porque tiene vocación de pistoletazo de salida de una gran alianza fascista europea, fuertemente vinculada a los planteamientos más ultraconservadores norteamericanos de la manita de Steve Bannon. La cumbre reunió a la flor y nata del fascismo europeo, desde el húngaro Viktor Orbán hasta Marion Maréchal (la nieta de Jean-Marie Le Pen y sobrina de Marine Le Pen), pasando por los líderes del Vox español, con plaza propia en el festival fascista europeo desde que han conseguido tan espléndidos resultados electorales. De hecho, en una entrevista en el diario Libero de Milán, el mismo Abascal aseguraba que la sintonía con los Fratelli y con Meloni era absoluta en todos los temas. Y los temas son los sospechosos habituales: ultranacionalismo de Estado –fuertemente vinculado a los nacionalismos fascistas de la historia–, antiglobalización, antieuropeísmo, obsesión antimigratoria y el resto del etcétera conocido. Con un añadido que nos toca de cerca: la lucha contra “los secesionismos”, en referencia a la cuestión catalana, de aquí que Hermann Tertsch (que corría por la cumbre) hubiera dicho que tenían mejor relación con Meloni que con Salvini desde que este envió un saludo al pueblo catalán en un mitin en Roma.
Giorgia Meloni, coronada como nueva estrella rutilante del fascismo europeo
La cumbre, pues, puede haber servido para reforzar la maquinaria del fascismo europeo, fuertemente arraigado en un discurso populista muy atractivo en tiempo de crisis, y para presentar una nueva estrella del universo ultra. Nace así, en el ámbito internacional, Giorgia Meloni, conocida entre nosotros por haberse enfrentado furibundamente a Open Arms cuando quería desembarcar a 147 migrantes encontrados a la deriva en el Mediterráneo. Nuevas caras, renovada fortaleza, modernas formas de comunicación, viejas ideas regresivas. Vuelve el fascismo con fuerza, ahora en la versión 2.0.