Brossa y nuestro tiempo
Joan Brossa, adorador de la máscara y poeta originalísimo. Confieso que nunca fui muy devoto suyo. Aun así, hallo en su obra elementos que no siempre encuentro en la de otros autores. Verbigracia, la ironía.
Brossa se mofaba de todo. Y su entera producción es un ejercicio radical de libertad: “Yo creo que el único / pedestal son los / zapatos”. Cuando Pujol –¿se acuerdan?– pactó con Aznar –¡vaya si se acuerdan!–, escribió: “Si un partido nacionalista catalán pacta / con un partido castellano de ultraderecha, / se ha dejado engañar o nos engaña”.
Releyéndolo, doy con estos versos que parecen escritos adrede para nuestra época de represión (el poema, no necesariamente político, lleva por título Independencia ): “Circulación restringida. / Prohibido aparcar. / Pases personales numerados. / Detector de metales. / Registro en la entrada. / Y un perro especializado / en
la búsqueda de explosivos”. Ocho años antes del nacimiento de Greta Thunberg, cuando el planeta –que a él le parecía “muy interesante”– estaba algo mejor que ahora, apuntó: “Cubo de plástico para depositar / la basura: es de cien litros de capacidad / y evita que se extiendan por el suelo las bolsas, / los plásticos con bolsa. Observando / la basura podemos adivinar / la posición social de las personas”.
También anotó: “El Hombre siempre habla con la autoridad / que le da el fracaso”. No se refería a Pedro Sánchez, ¡menudo fraude!, o a actores tragicómicos como Rivera o Cantó. Brossa hizo que su apellido fuera poético: “No estés seguro de que la palabra brossa / venga de basura. Antiguamente la brossa era la hoja / de un arbusto del mismo nombre”. De segundo, se apellidaba Cuervo (¡viva Poe!). ¿Y estos versos?: “Mis conocimientos gastronómicos son escasos: / pero tras la lluvia me gusta pasear por el campo; / conozco la naturaleza y sé que, si los árboles meditaran, / lo harían por las raíces”. ¿Qué tienen que ver gastronomía, lluvia y árboles meditabundos? Nada, pero todo ello da cuenta de la inagotable capacidad de asombro del poeta. Sus títulos ya eran una hermosa declaración de principios: Poemes de seny i cabell , La clau a la boca , Sumari astral ... O Passat festes , que significa, llanamente, cuando ya hemos dejado de formar parte de este mundo que tanto le sorprendía.