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El gran cuadrilátero del lujo

Milán

La capital de la Lombardía es uno de los grandes polos de atracción para los amantes del ‘shopping’

Milán es la meca de la moda y el lujo en Italia

Nikada / Getty Images

Solamente hay cuatro ciudades en el mundo que ostenten el título de capitales de la moda, y Milán es una de ellas. Si vuelven los sombreros o si se recortan las faldas, lo comprobaremos en los desfiles de las emblemáticas fashion weeks de la ciudad, que también muestran el color que imperará en las próximas temporadas. Lo que se lleva en Milán, marca tendencia.

La capital de la región italiana de Lombardía es un referente internacional de la moda y, como tal, es un polo de atracción para los amantes del shopping . Milán recibe cada año miles de personas que acuden desde todos los rincones del planeta para ir de compras en las fulgurantes tiendas de ropa de las marcas más prestigiosas. En los alrededores de las cuatro calles del Quadrilatero d’Oro se concentran el estilo y el lujo de una ciudad que vive por y para la moda.

Vía Manzoni una de las cuatro calles del Quadrilatero d’Oro de Milán

anouchka / anouchka / Getty Images

Y, sin embargo, Milán no ha sido siempre la capital de la moda italiana, un honor que antiguamente ostentaba Florencia. Pero, a lo largo del siglo XIX, se consolidó como un potente núcleo industrial de la nueva Italia reunificada. Poseía un sector textil fuerte y, además, estaba cerca de los centros productores del norte italiano. La ciudad progresaría imparable a pesar del trágico período del fascismo y dos guerras mundiales. Su momento de gloria todavía estaba por venir.

El despegue milanés

En los años cincuenta, Italia resurgía de las cenizas, y su industria experimentó un fuerte crecimiento económico, auspiciado por el dinero que Estados Unidos soltaba a espuertas para evitar la expansión del comunismo en el marco del Plan Marshall. Italia empezaba a estar de moda gracias al cine americano, que popularizó un estilo de vida y los lugares más emblemáticos del país. Fueron unos años dorados que se bautizarían como La dolce vita , el nombre de la laureada película de Federico Fellini que se estrenó a principios de los años sesenta. Por aquel entonces, Roma y Florencia se disputaban la capitalidad de la moda.

Milán revolucionó la moda italiana con la aparición de las prendas prêt-à-porter, que podían fabricarse masivamente, eran más baratas y no hacía falta renunciar al estilo. Todo lo que la sociedad de consumo necesitaba. Y fue así como Milán se encaramó a la cima, superando a sus rivales y aspirando a desbancar a París, la reina de la alta costura. Numerosos diseñadores se instalaron en la ciudad lombarda, primero en la bella galería Vittorio Emanuele II y en los alrededores de la plaza del Duomo, y luego se fueron desplazando un poco más al norte, hacia lo que hoy es el barrio de la moda por excelencia.

La galería Vittorio Emanuele II fue el primer destino de los grandes diseñadores

scaliger / Getty Images

Las calles del lujo

Se trata del Quadrilatero d’Oro, el distrito delimitado por las cuatro calles –vía Montenapoleone, vía della Spiga, vía Manzoni y Corso Venezia– en las que se concentran las más prestigiosas tiendas de ropa de moda de Milán. Fue allí donde Giorgio Armani, apoyado por su querido Sergio Galeotti, fundó su empresa en 1975. Tres años después, Gianni Versace abría su primera tienda en la vía della Spiga, la primera de muchas. Poco después, Dolce Gabbana hacían lo mismo, y muchas otras les siguieron. Ahora sería impensable que alguno de los más celebrados diseñadores y marcas de lujo, italianas o extranjeras, no tuviera un espacio en el cuadrilátero de la moda en el que exponer sus colecciones.

Los escaparates luminosos y perfectamente decorados atraen la mirada de los más curiosos sobre los maniquíes que visten las prendas más refinadas del mercado. Las boutiques especializadas en joyas, calzado, peletería e infinidad de complementos se suceden en pocos metros. Ahora bien, uno debe llevar la cartera preparada, porque los precios son prohibitivos. Por algo, la vía Montenapoleone, una de las arterias principales, está en el top five de las calles más caras de Europa. Aunque también es cierto que en el cuadrilátero de la moda hay grandes superficies que venden piezas de colecciones más antiguas a mejores precios.

La tiende de Dolce & Gabbana de vía Montenapoleone, en Milán

AleMasche72 / Getty Images

Más que moda

Las elegantes calles que tejen el entramado urbano del barrio no sólo alojan comercios relacionados con la moda. En la vía Manzoni, que delimita el cuadrilátero, se ubican numerosos palacios de la aristocracia milanesa y edificios emblemáticos como el Grand Hotel et de Milan, lugar en el que el compositor Verdi se alojó en más de una ocasión por su proximidad con el Teatro de La Scala. Allí, en su suite, sufriría la apoplejía que días después lo llevaría a la tumba.

La pastelería Cova, en la esquina con la vía Sant’Andrea, es un buen lugar para detenerse a tomar algo, ya que, con sus más de doscientos años de historia, es uno de los cafés más antiguos de Milán. A menos de dos minutos remontando por la vía Sant’Andrea está el palacio Morando, un edificio del siglo XVII que alberga una galería de arte y es la actual sede del Museo de la Moda.

El cuadrilátero de Milán es el reflejo de la buena salud que tiene la moda “made in Italy”. Lo más nuevo y exquisito de las marcas de referencia del lujo se exhibe con opulencia en sus boutiques. Las prendas no son baratas, pero los bolsillos más sensibles tienen siempre la opción de pasear por las calles del lujo y dejarse atrapar por el glamur que inunda este barrio milanés.

En el distrito de la moda de Milán está presente el lujo

Massimo Parisi / Getty Images

Cita con los mejores

Milán se cuenta entre las big four, las cuatro capitales de la moda, junto con Nueva York, París y Londres. En estas ciudades se organizan las fashion weeks, en las que los diseñadores más laureados muestran sus colecciones para las siguientes temporadas. Por otro lado, Milán es la tercera parada del circuito mundial, antes de culminar en París. Cuando llega la Semana de la Moda, la capital lombarda despliega todo su potencial en más de ciento cincuenta desfiles organizados por toda la ciudad, en la que tienen cabida desde los más prestigiosos diseñadores “made in Italy” hasta los nuevos talentos del mundo de la moda. Este año, la próxima cita tendrá lugar en Milán del 17 al 23 de septiembre.

Milán se cuenta entre las ‘big four’, las cuatro capitales de la moda, junto con Nueva York, París y Londres