El vértigo de las cataratas del Niágara en tirolina

Entre Canadá y Estados Unidos se encuentra una de las maravillas naturales más espectaculares del mundo, las famosas cataratas del Niágara. Situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar, no son las más altas ni más anchas del mundo, pero la combinación de los tres grandes saltos de agua (Horseshoe falls, American falls y Bridal Veil falls) mueven un volumen de agua con un caudal de 3.000 toneladas de agua por segundo. El ruido de la caída es espectacular, al igual que la visión de los saltos de agua.

Alrededor del complejo natural, en ambos lados, hay muchos miradores que se encuentran literalmente sobre las cataratas, incluso hay algunas embarcaciones realizan paseos bajo la caída de sus aguas para acercarse lo más posible, pero existe otra opción mucho más emocionante, otra forma de ver esta maravilla, desde arriba, a través de cuatro tirolinas a 67 metros de altura con una visión espectacular.

A una velocidad de 64 km/h sobre la garganta del río Niágara, el trayecto dura 35 segundos, empieza en el Grand View Marketplace y termina en el edificio de Ontario Power Company. La empresa Wild Play se encarga de proporcionar la ayuda necesaria para los más miedosos, y el precio oscila sobre los 40 euros. Una aventura pensada para los que buscan emociones fuertes en un entorno privilegiado.