Industrias dignas de ser patrimonio de la humanidad
Maravillas del mundo
Desde antiguas fábricas hasta minas romanas, pasando por un puente colgante
Viajar por España es fascinante pues posee todos los ingredientes necesarios para atraer a muchos y diferentes tipos de turistas: diversidad de paisajes, gastronomía excelente, tradiciones ancestrales y muchos vestigios de su pasado histórico. De su legado histórico destaca un tejido industrial importante que, en muchos casos, ha pasado a mejor vida, pero que sirve para mostrar la evolución tecnológica y la transformación social de una región o localidad a través de su actividad manufacturera.
El turismo industrial es una forma de conocer el territorio a través de los espacios que, una vez abandonados, se abren al público para mostrar sus interioridades.
Para aquellos que quieran saber más, los días 20, 21, y 22 de abril de 2018, tendrá lugar en Barcelona la segunda feria de turismo industrial, el B-Industrial, organizado por El Generador, empresa especializada en turismo industrial, en el marco del salón internacional de turismo B-Travel.
Lugares patrimonio de la humanidad en España
Las Médulas (Castilla y León)
En el Bierzo, al noroeste de los montes Aquilanos y junto al valle del río Sil, se encuentran Las Médulas, la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el imperio romano.
A consecuencia de los movimientos de tierras y aguas fruto de la explotación minera, que duró poco más de cien años, el paisaje cambió por completo para terminar siendo lo que vemos hoy en día, un conjunto extraordinario de colinas rojizas de formas extrañas, rodeadas de bosques de robles y castaños.
Para conocer cómo funcionó la extracción de oro se puede visitar un aula arqueológica didáctica en la que se explica el proceso.
El método utilizado se llamaba ruina montium, y consistía en aprovechar el agua de los riachuelos de montaña, que se canalizaba y almacenaba en la parte superior, a una altitud de unos 2.000 metros, y que se dejaba ir, casi de golpe, a través de una serie de galerías excavadas en la montaña con mucha pendiente, la fuerza con la que se movía colapsaba las montañas y conseguía arrastrar las tierras hasta los lavaderos donde se extraía el oro.
Se sabe que Plinio el Viejo fue administrador de las minas , y fue capaz de conseguir aproximadamente 1.635.000 kilos de oro al año. Se estima que la longitud de los canales era de aproximadamente 300 kilómetros, y la construcción de los mismos, que en algunos lugares discurren bajo la roca, se considera una gran obra de ingeniería hidráulica.
El Centro de Recepción de Visitantes organiza rutas para que los visitantes conozcan un poco mejor la zona, aunque también es posible realizar rutas a tu aire pues hay senderos muy bien señalizados. No hay que dejar de ir al mirador de Orellán donde están las mejores vistas de Las Médulas.
Las minas de Almadén (Castilla-La Mancha)
Almadén es un municipio español de la provincia de Ciudad Real que posee una de las mayores y más antiguas minas de mercurio del mundo. Árabes y romanos ya la explotaban, y en 2.000 años de actividad se calcula se extrajeron 250.000 toneladas de mercurio.
Las minas se extienden por debajo del pueblo alcanzando los 700 metros de profundidad, pero en 2003, se cerraron debido a la caída del precio del mercurio y a la reducción de su uso.
En 2008 se transformó en el parque Minero de Almadén, donde se muestran todos los aspectos del proceso minero: la extracción, el cinabrio, sulfuro de mercurio, su transformación en los hornos metalúrgicos, sus propiedades físicas y químicas, sus usos, su transporte y su evolución histórica.
En el Museo de la Minería en el antiguo almacén de Azogue consta de varios edificios: el antiguo edificio de compresores que alberga el Centro de Interpretación de la Minería, y el edificio de talleres que conserva maquinaria antigua, y los castilletes (estructuras que forman parte del sistema de transporte vertical) de los pozos de San Aquilino y San Teodoro.
Pero uno de los principales atractivos es un recorrido por el interior de la mina que se realiza bajando por el pozo de San Teodoro hasta la primera planta, a 50 metros de profundidad.
A través de unas minas del XVI y XVII se pueden experimentar las condiciones en las que trabajaban los mineros, en el pozo más antiguo de la mina, el de San Aquilino, se pueden observar un sistema de carga de vagonetas sobre raíles y martillos perforadores, cascos, sierras de entibador y todo tipo de herramientas, y la salida a superficie se realiza por medio de un tren de vagonetas que realiza el mismo recorrido que el mineral en la segunda mitad del siglo XX.
También se puede visitar el antiguo hospital de Mineros, fundado en 1752 es uno de los primeros hospitales que contó con una estructura asistencial profesionalizada.
El puente Colgante de Bizkaia (Euskadi)
Situado en el tramo final de la Ría de Bilbao, a pocos metros de su desembocadura en el Cantábrico, se alza imponente el puente Bizkaia, el primer puente transbordador de estructura metálica del mundo y uno de los pocos que todavía se conservan.
Está considero una maravilla de la ingeniería, además de una de las construcciones más extraordinarias de la arquitectura de hierro enmarcada en plena revolución industria.
El uso de este material, durante la segunda mitad del siglo XIX, era símbolo de progreso, un ejemplo de ello lo podemos ver en la famosa torre Eiffel, y no fue otro que Alberto Palacio Elissague, discípulo de Alexandre Gustave Eiffel, quien lo diseñó esta estructura, y el ingeniero francés Ferdinand Joseph Arnodin se encargó de llevarla a cabo la obra.
El objetivo de su construcción era el de unir las dos márgenes de la desembocadura del Nervión (Portugalete y Getxo) sin entorpecer en ningún momento la navegación comercial del puerto fluvial, y se consiguió con la fusión de dos innovaciones diferentes: la ingeniería de los puentes colgantes de cables, y la técnica de grandes vehículo mecánicos accionados con máquinas de vapor.
Tiene una estructura formada por cuatro torres de hierro de 61 metros de altura, unidas entre sí por un travesaño de 160 metros de longitud, situado a 45 metros de altura sobre el nivel del mar, la estructura está armada con 728.447 kg de piezas de hierro laminadas unidas con más de 10.000 remaches la rojo vivo, además de 21.041 tornillos y 88.248 kg de cables de acero.
Originariamente era de color negro, pero en 2010 cambió por la pintura rojiza actual que recuerda el pasado minero de la zona, lo mantiene a salvo de la corrosión, a la vez que evita la absorción de calor.
Posee una barquilla transbordadora con una capacidad para seis coches y 200 pasajeros que realiza viajes durante las 24 horas del día y los 365 días del año. Y se organizan visitas que permiten subir a una pasarela peatonal a 45 metros de altura sobre la ría (las vistas desde allí son impresionantes).
Inaugurado en 1893, ha estado en funcionamiento desde entonces, este 2018 cumplirá 125 años.