Posiblemente su nombre te resulte poco familiar y quizás tengas algún que otro problema para situarlo en el mapa, pero la realidad es que este diminuto país caribeño -su tamaño es similar al de Galicia- sorprende y enamora. Y es que Belice conserva el ritmo pausado y la belleza natural de un territorio ajeno a la sobreexposición turística de algunas regiones vecinas.
Situada en la costa oriental de América Central, al sur de México y al este de Guatemala, es una antigua colonia británica cuya mezcla de culturas la convierte en un destino de lo más interesante. Playas de arena blanca, paisajes de selva tropical, un fondo marino de gran riqueza y los vestigios de la civilización maya son algunos de los atractivos de un territorio singular que tiene la lengua de Shakespeare como idioma oficial.
Un paraíso de ecoturismo
¿Sabías que Belice tiene la segunda barrera coralina -un arrecife formado a lo largo de miles de años- más grande del mundo después de la de Australia? Cayos de arena, lagunas costeras y bosques de manglares son el ecosistema ideal para centenares de especies marinas, peces, crustáceos y corales, vegetales y plantas, aves o reptiles.
Es por ello que los amantes de la ecología han encontrado en este rincón del mundo un auténtico tesoro en el que disfrutar de unos días de vacaciones en plena naturaleza. Las actividades son infinitas, sin embargo, te ofrecemos algunas propuestas a modo de ejemplo...
Vivir sin prisas en cayo Caulker
“Sin prisas” es uno de los adjetivos que mejor definen Belice y, en especial, cayo Caulker, uno de sus 450 islotes. Destino habitual de mochileros, en este rincón bucólico de casas de madera y calles sin asfalto -y sin coches- se impone relajarse y dejar pasar el tiempo. Permanecer unos días aquí es toda una experiencia para los urbanitas.
Descubrir el Gran Agujero Azul
Uno de los grandes atractivos de Belice es, sin duda, el Gran Agujero Azul -el Great Blue Hole-, un inmenso circulo de color azul oscuro con bordes turquesas, situado en el atolón del Faro, a unos cien kilómetros de la costa. Con más de 120 metros de profundidad, era la entrada a un sistema de cuevas calizas en la última Edad de Hielo.
Infinidad de especies de peces, corales y esponjas lo convierten el objetivo preferido por los aficionados al buceo, aunque si este no es tu caso, no te preocupes, puedes disfrutarlo también desde el cielo, optando por un tour en helicóptero. Las fotografías aéreas son increíbles.
Bañarse en playas de arena blanca y aguas turquesa
En pequeños islotes o en los cerca de 400 kilómetros de litoral peninsular existen miles de playas de arenas blancas y aguas turquesas en la que sumergirse o practicar algún deporte náutico -snorkel, windsurf, pesca...-, o simplemente disfrutar de la tranquilidad del entorno. Si persigues esto último, puedes optar entre otros, por el cayo Half Moon, donde encontrarás una área de preservación de tortugas marinas.
Si, en cambio, te interesan playas con más ambiente nocturno, tu destino es la península de Placencia, una de las zonas más animadas del país, con numerosos locales para ir de fiesta.
Descubrir cayo Ambergris: la mejor isla del mundo
Conocida también con el nombre español de cayo Ambar Gris, este pequeño territorio de solo 8 km2 es posiblemente el destino vacacional preferido por los viajeros. Se trata de un espectacular escenario natural considerado por muchos de ellos como la mejor isla del mundo, que cuenta con el reconocimiento de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Sus incomparables fondos coralinos y la riqueza de su fauna marina la han convertido en otro de los destinos más preciados por los aficionados al buceo. En sus aguas se pueden descubrir numerosas especies exóticas como mantas raya o tortugas marinas.
Contemplar las ruinas mayas de Caracol
Envuelta por la jungla, a pocos kilómetros de la frontera con Guatemala, encontramos las ruinas perdidas de Caracol, el mayor sitio arqueológico de Belice, un asentamiento maya muy bien conservado. En él, templos, palacios y mercados permiten imaginar cómo llegó a ser este importante emplazamiento a lo largo de los siglos.
Entre sus edificios excavados -se calcula que la ciudad contaba con más de 35.000 construcciones ocultas entre la vegetación- destaca el palacio del Cielo, de más de 42 metros de altura. Aunque acceder hasta Caracol no es sencillo, la aventura y su belleza valen mucho la pena.
Adentrarse en las cuevas subterráneas
Otra de las sorpresas que depara Belice son sus cuevas subterráneas, increíbles formaciones rocosas de formas originales. Alguna como la de Actun Tunichil Muknal fue en su día escenario de sacrificios mayas, lo que la ha convertido en un museo natural digno de ser visitado.
Otras, como las de Nohoch Che’en, permiten además adentrarse en una auténtica red de arroyos y cavernas y exploraras durante un descenso en ‘tubing’ por las cuevas en compañía de un guía. Toda una experiencia para conocer algunas de las maravillas naturales más recónditas de la región.
Hospedarse en la selva
¿Te imaginas dormir en plena selva, rodeado de vegetación? Aunque la mayoría crea que los mejores alojamientos se encuentran junto al mar, lo cierto es que Belice cuenta con una extraordinaria oferta para pernoctar en el interior, apta para todo tipo de bolsillos. Desde resorts ecoturísticos exclusivos, pasando por sencillos albergues para presupuestos ajustados u hoteles familiares donde practicar distintas disciplinas de turismo de aventura.
Y es que cerca del 60% de su territorio está cubierto de una selva protegida con mimo. Los bosques tropicales posibilitan la vida de una extensa fauna, entre la que se cuentan pumas, cocodrilos o tucanes. Descubrirlos en tours guiados es una opción de lo más interesante.
... Y ¿por qué no alquilar tu propia isla?
Aunque pueda parecerte una locura, Belice te ofrece la oportunidad de alojarte en tu propia isla. Una de ellas es la isla de Pájaros -Bird Island-, a 20 minutos de Placencia. Se trata de una diminuta porción de tierra localizada en un arrecife de coral impresionante, rodeada de aguas cristalinas en las que bucear, pescar o practicar kayak. Además de la casa principal, dispone de una cabaña independiente. Alquilarla puede salir por alrededor de 450 euros la noche. ¡Tú decides!