De tour por los escenarios de ‘Outlander’
En un día
Conocer Escocia recorriendo los lugares más emblemáticos donde se rodó la serie de televisión está causando furor entre sus seguidores de todo el mundo
Escocia tiene tantas formas de descubrirla como personas visitan sus tierras. Pero sin duda, recorrer los lugares en los que se grabó la serie Outlander, es una opción que está cautivando a sus seguidores.
Outlander se basa en la saga homónima de Diana Gabaldón en la que Claire Beauchamp, una enfermera británica de la Segunda Guerra Mundial viaja con su marido, Frank, a Escocia. Por extrañas razones realiza un viaje temporal que la traslada a la Escocia de 1743. Una realidad nueva que amenaza su vida hasta que conoce a James, un guerrero por el que se irá sintiendo atraída.
La serie cuenta con dos temporadas y, según las últimas noticias, el septiembre de 2017 empezarán a emitirse los nuevos capítulos de la tercera. Se trata de una creación de Ronald D. Moore, producida por Left Bank Pictures para el canal de televisión Starz.
En la actualidad se ofrecen varios tours ‘Outlander’ que trasladan a fieles y seguidores a los emplazamientos más célebres que han servido de set de rodaje para las dos primeras temporadas. La duración y las tarifas las podéis consultar en la web. Aún así, si lo que se persigue es tener una experiencia más personal y única, existe la posibilidad de hacer un tour a la medida del viajero. En tan sólo un día se pueden recorrer lugares emblemáticos de la serie, pero las combinaciones son muchas. Tan sólo hace falta tiempo y algo de dinero.
Vayamos por partes. ¡Ah!, y antes de empezar, una aclaración: Craigh na Dun no se puede visitar, por una sencilla razón, porque no existe. No podía ser todo perfecto.
Se puede alquilar un coche para el tiempo que sea necesario. Ahí va una recomendación, consultad en la compañía www.arnoldclark.com. Por unas 80 libras es posible rentar un pequeño utilitario, con seguro y con el servicio de traslado al aeropuerto incluido. El depósito que suelen solicitar como fianza ronda las 100 libras. Teniendo como base de operaciones la ciudad de Edimburgo, es necesario ir a recoger el coche a la oficina que la compañía tienen en el número 38 de Seafield Rd. E. Para mayor comodidad, una furgoneta se encarga de ir a recoger a los pasajeros a la salida de la estación de tren de Waverley que da a Market Street.
Castillo Leoch (Doune Castle)
Para aquellos viajeros que planifiquen una escapada de unos dos o tres días por Escocia, -con visita a Edimburgo incluida-, y tengan curiosidad por sumergirse en el mundo Outlander, este es el artículo de viaje ideal. Bienvenidos a este tour de tan sólo un día, incluso podría acotarse a unas pocas horas. Para los más intrépidos, incluso puede dejarse para el último día de estancia en Escocia, puesto que algunos de los lugares más emblemáticos de la serie se encuentran a escasas millas de distancia del aeropuerto. La lógica hace trazar el siguiente itinerario: del lugar más alejado, al más cercano al aeropuerto.
Primero recorrer 44 millas (unos 70 quilómetros) para ir desde Edimburgo hasta Doune Castle (Castillo Leoch en la serie), muy cerca del conocidísimo castillo de Stirling. Éste último sonará a más de uno por qué aquí se erige el mayor monumento a Robert de Bruce, héroe escocés que luchó contra los ingleses. Siguiendo con el itinerario propuesto, el viajero tendrá que conducir principalmente por la M9 dirección Stirling, para luego dejarla atrás y dirigirse hacia la localidad de Doune. En total es una hora de trayecto más o menos. A la entrada al recinto se puede dejar el coche en un aparcamiento gratuito.
Doune Castle es el Castillo Leoch en Outlander. Donde Claire (la protagonista) debe convivir bajo la férrea supervisión y agobiante control del Colum, el jefe del Clan MacKenzie, y ante la mirada lasciva de su hermano Dougal MacKenzie. Jaime será su protección y también su confidente.
Pues bien, del castillo bullicioso y lleno de intrigas de la ficción, ahora queda en pie gran parte de la estructura, las fachadas exteriores y algunas estancias restauradas. Parte de los trabajadores del castillo estuvieron presentes durante los días de rodaje. Una de las vigilantes -colocada en la puerta principal todavía conserva en su teléfono móvil algunas fotografías del aspecto del patio interior del castillo, convertido en un establo improvisado. El coste de la entrada son seis libras por persona y eso incluye el audio-guía gratuito, eso sí, en riguroso inglés. Os podéis informar aquí.
A aquellos seguidores más incondicionales les gustará saber que las pistas 17, 18 y 19 del audio-guía están narradas por el mismísimo Jaime (Sam Heugham). En ellas cuenta algunas anécdotas, como por ejemplo, que tanto él como Claire (Catriona Balfe) pasaron mucho frío durante la grabación, o que parte del interior del Castillo Leoch se rodó en un plató de televisión en Glasgow. Aún así, en una de las estancias se puede reconocer la cocina de la señora Fitz Gibbons, tía de la inquietante Laoghaire.
La visita termina, como no podía ser de otra manera, en la tienda de regalos. Donde además del las típicas postales del castillo, el fan Outlander puede hacer sus delicias con todo tipo de objetos relacionados con la serie. Desde la insignia y escudo de armas del Clan Fraser de Lovat “Je suis prest” (estoy preparado), hasta la manta a cuadros con la que se tapó por primera vez del frío Claire, -en la Escocia de 200 años atrás-, hasta algunos de los vestidos que la joven enfermera utilizó durante su estancia en las Highlands del siglo XVIII.
Cranesmuir (Culross)
La siguiente parada en el tour por “la Escocia de Outlander de finales del siglo XVIII” fue Culross, el pueblo que más fielmente muestra al viajero cómo era una aldea escocesa del siglo XVII. En la serie, Culross se transforma en el pueblo de Cranesmuir, con gran presencia sobretodo en la primera temporada.
Para llegar hasta esta localidad a orillas de Firth of Forth, desde el castillo de Doune hay que seguir por la M9, pero esta vez en dirección a Kircadine, dejando el margen del río Forth siempre a nuestra izquierda. Son unas 24 millas (39 quilómetros), y más o menos, media hora en coche. Justo a pocos quilómetros, antes de llegar, se deberá cruzar el imponente puente de acero con remaches de Kircadine, inaugurado en 1936.
Dando un simple paseo por sus adoquinadas y empinadas calles uno puede reconocer la “cruceta” de Market Cross, una plazoleta rodeada de casas encaladas blancas, con techos bajos de tejas marrones. Aquí, -sin desvelar nada relevante de la serie-, un joven ladronzuelo es condenado a pasar una día y su noche, con la oreja clavada a una madera con un clavo, para que el resto de aldeanos se ría de él. Hago un alto en el camino para aconsejar al viajero que haga una pequeña trampa.
Si como es el caso de este tour, el visitante no tiene tiempo que perder y quiere ir al grano, este puede contratar los servicios de Brian, un octogenario oriundo, -quedándome corto-, que acostumbra a ir enfundado en un chaleco reflectante, y con una boina escocesa calada, que por tan sólo tres libras, descubre, con todo lujo de detalles y anécdotas, los rincones indispensable del pueblecito. Eso sí, hay que poner bien el oído, porque pronuncia el inglés con un riguroso acento escocés.
En la misma Market Cross queda en pie, y muy bien conservada, la segunda residencia, - la primera es el Palacio de Culross-, del comerciante más ilustre de Escocia, George Bruce de Carnock. Precisamente, a través de la ventana de la primera planta Jaime y Claire estuvieron observado el castigo al que era sometido el pequeño “trilero”. Esta plazoleta también sirvió de escenario para uno de los actos más macabros e impactantes de la primera temporada. Pero todo a su tiempo ¡Tendréis que verla para saber a qué me refiero!
Pero Culross cuenta con más sorpresas tras los muros de su palacio color ocre y su tejado de tejas rojizas. Las entradas pueden comprarse en el edificio del torreón con el reloj por unas seis libras por visitante.
George Bruce, -no confundir con el héroe Robert de Bruce-, fue un empresario escocés que amasó una gran cantidad de dinero gracias a la invención de la mina de carbón submarina y decidió edificar este espléndido palacio en el siglo XVI. Los exteriores, con el imponente castillo de fondo, sirvieron para recrear el cuartel general de los oficiales jacobitas durante el segundo alzamiento contra las tropas inglesas. En su interior pueden visitarse salas tan emblemáticas en la serie como el salón de estar de Gilis Duncan (Lotte Verbeek) la mejor amiga de Claire, y también amante de las plantas medicinales.
Detrás del edificio se extienden ladera arriba, como en pequeñas terrazas, el jardín palaciego, con varios tipos de especies aromáticas. De entre ellas destaca el vívido rojo de las amapolas. Este emplazamiento sirvió de set de rodaje para recrear los jardines del Castillo Leoch. Aquí se rodaron las escenas en las que Claire y Gilis compartían secretos al tiempo que recogían también hierbas para preparar todo tipo de ungüentos y remedios naturales.
Lallybroch (Midhope Castle)
De Culross el viajero se dirigirá hacia la última estación del Outlander tour on my own (Mi propio tour de Outlander). “Llévame a casa Jaime”, es una de las frases más emotivas que recuerdo de las dos primeras temporadas. Para los que habéis visto la serie seguro que me habéis entendido. Y para los que no, supongo que habréis hecho la conexión enseguida. Por supuesto, Lallybroch es la casa señorial de Jaime. Es el lugar donde nació, y dónde sus arrendatarios llegan para ofrecerle sus tributos, a la vez que para recibir un trato, no como siervos, sino como compañeros de fatigas.
Para llegar a Midhope Castle, desde Culross, deberéis continuar por la M9 dirección Edimburgo o aeropuerto, deshaciendo el paso sobre el puente de Kincardine. Son aproximadamente 22 millas (unos 35 quilómetros) y la duración del trayecto no supone más de media hora en coche. Es uno de los lugares más emblemáticos y bellos de los que pudimos visitar. Y lo mejor de todo es que, si estás en Edimburgo, sólo está a unos 35 minutos en coche, unas 14 millas (22 quilómetros).
El paseo hasta Lallybroch es uno de los más hermosos. Una carretera estrecha flanqueada por altos y frondosos árboles se abre camino hasta que el GPS ordena girar hacia la izquierda. Una senda trufada por varias granjas, baja hacia un pequeño valle, para luego enderezarse hacia un ligero montículo donde se levanta el castillo Midhope. Es quizá el espacio que aparece en la serie, que en la actualidad mejor se reconoce de todos los que visitamos. Tal cuál lo habéis/veréis en la serie, es lo que podréis ver si decidís hacer este “loco” tour. Un arco de entrada protege el acceso al patio delantero. El interior está cerrado a cal y canto. De hecho hay un cartel que advierte al visitante de quedarse fuera.
Para el seguidor de la serie, lo más emotivo del lugar, son las escalerillas que dan acceso a la puerta principal. Reposar en los mismos escalones en los que Claire se sienta en Outlander y mirar hacia el arco de entrada reviviendo recuerdos de su fantástico pasado, resultará, a bien seguro, una de las sensaciones más intensas del viaje.