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Vejer de la Frontera y Grazalema, los pueblos gaditanos más bonitos de España

Rincones con encanto

En la costa y en la sierra de la provincia, las dos localidades formando parte de la amplia red que conforman 50 municipios españoles

Vejer de la Frontera en Cádiz

J2R / Getty Images/iStockphoto

Las poblaciones gaditanas de Vejer de la Frontera y Grazalema, en la costa y en la sierra de la provincia, están catalogados como los pueblos más bonitos del mundo, formando parte de la amplia red que conforman 50 municipios españoles.

Según el portal web de la asociación 'Los pueblos más bonitos de España' las dos localidades gaditanas se suman a Mojácar (Almería), Pampaneira (Granada), Lucainena de las Torres (Almería), Frigiliana (Málaga), Zuheros (Córdoba) y Capileira (Granada).

La entidad destaca que "tan solo el 20 por ciento de los pueblos que solicitan la adhesión consiguen superar la auditoria para obtener el sello y el cartel de 'Uno de los pueblos más bonitos de España'" que tienen Vejer y Grazalema.

Viejo molino en Vejer de la Frontera, Cádiz

kiko_jimenez / Getty Images/iStockphoto

En el caso de Vejer, se trata de "un bellísimo pueblo gaditano situado en lo alto de una esbelta colina, a 190 metros sobre el nivel del mar y a tan solo diez kilómetros de la playa de El Palmar".

Además, el portal ha recogido que "su estratégica situación hizo que Vejer fuese enclave de las más antiguas civilizaciones, que han dejado huella en su fisionomía" y declarado "Conjunto Histórico Artístico en 1976 y I Premio Nacional de Embellecimiento de Pueblos en 1978", siendo "un típico pueblo blanco de gran belleza monumental y paisajística".

La asociación ha recomendado visitar su recinto amurallado y monumentos como la iglesia Parroquial del Divino Salvador, el castillo, el museo de Costumbres y Tradiciones, o los molinos de viento.

Grazalema, Cádiz

AlbertoLoyo / Getty Images/iStockphoto

Por su parte, Grazalema se encuentra "en el corazón de la Sierra que lleva su mismo nombre y un pintoresco pueblo de casas blancas encierran siglos de historia y suyo casco histórico, declarado Conjunto Histórico, combina la típica arquitectura popular con una riqueza monumental que impresionará a cualquiera de los turistas que quieran deleitarse con un paseo entre sus estrechas calles".

Además, es "famosa por sus tradiciones y sus gentes, y a partir del próximo año el encanto de sus fiestas y monumentos pasarán a ser conocidos a lo largo del mundo gracias a su acreditación como uno de los pueblos más bonitos de España".

Criterios de admisión

Los criterios de admisión de un pueblo están recogidos en la carta de calidad de la asociación. "Para unirse a dicha entidad un pueblo ha de solicitar en primer lugar el acuerdo del Pleno municipal o junta de gobierno. Una vez recibida esta solicitud por parte de la asociación se inicia el proceso de instrucción de la candidatura" valorando distintos criterios.

Entre ellos se encuentran tener una población menor de 15.000 habitantes y un patrimonio arquitectónico o natural certificado. Después de superar esos dos puntos se realiza una auditoría del pueblo por personal de la comisión de calidad designada a tal efecto donde se valorarán los aspectos especificados en la carta de calidad.

Plaza en Grazalema, Cádiz

Guillermo Perales Gonzalez / Getty Images

Esto implica superar los criterios mínimos de calidad en aspectos tan variados como la limpieza, conservación de las fachadas, circulación de vehículos o si tienen o no un lugar destinado al aparcamiento de estos, el cuidado de las zonas verdes, el tratamiento de las insignias publicitarias y carteles, entre otros aspectos.

Una vez superada esta auditoría se emite el veredicto, que puede ser "positivo o positivo a condición de mejorar aspectos importantes en el pueblo o negativo". Si el veredicto es positivo "el pueblo será rotulado en sus entradas correspondientes como 'Uno de los pueblos más bonitos de España' junto al logotipo de la asociación" y a partir de ahí "tendrá el derecho de uso del sello".

Por otro lado, un pueblo puede ser "re-auditado en los siguientes años a su adhesión con el fin de que demuestre que continúa con una política en favor de los valores". Y por último, un pueblo puede perder la marca si "no sigue cumpliendo con los valores iniciales de la asociación o de su carta de calidad".

El requisito principal es que ninguno de los pueblos debe de contar con más de 15.000 habitantes