Cinco motivos para viajar a la Isla Sur de Nueva Zelanda
Vídeo: ‘Mi vuelta al mundo’
Razones por las que merece la pena cruzar medio mundo para conocer nuestras antípodas
Lago Pukaki (Nueva Zelanda)
Por sus paisajes. Es el motivo más evidente. No solo por ser el lugar donde se rodaron los espectaculares escenarios de El Señor de los Anillos, sino también por su gran variedad de maravillas naturales: lagos turquesa, picos nevados, fiordos, cascadas, glaciares… El contacto con la naturaleza es constante.
Por la experiencia de viajar en caravana. Oceanía es un continente con mucha tradición de caravaning, así que tanto Australia como Nueva Zelanda están muy bien equipados para ello. No solo es recomendable para ahorrar gastos (tener transporte, alojamiento y cocina en un mismo vehículo tiene claras ventajas económicas), sino también por la sensación de libertad que se consigue.
Por su baja densidad de población. Con solo un millón de habitantes, la mayor parte de ellos en las ciudades, y una densidad media de siete personas por kilómetro cuadrado, es posible recorrer kilómetros y kilómetros sin cruzarse con nadie. Más allá de vacas y ovejas (hay millones de ellas).
Por su fauna salvaje. Aunque es poco probable que nos topemos con un kiwi, los amantes de los animales podrán ver de cerca leones marinos, pingüinos, delfines, cachalotes y aves únicas en el mundo. Solo hay que saber dónde encontrarlos.
Y porque es uno de los países más avanzados del mundo. En 1893, las neozelandesas se convirtieron en las primeras mujeres del mundo con derecho a voto. Hoy, Nueva Zelanda es uno de los lugares más pacíficos (los policías no llevan armas de fuego) y, junto a Dinamarca, el país con menos corrupción del mundo. No solo es uno de los lugares con mejor calidad de vida, sino también uno de los mejores destinos turísticos que existen en la Tierra.