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Kíev, la ciudad de las cúpulas doradas

De viaje

La capital ucraniana es una de las más bonitas y desconocidas de Europa

Monasterio de San Miguel de las cúpulas doradas

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A pesar de que Kíev , con 2,8 millones de habitantes, era a principios de los años 90 del siglo pasado la tercera ciudad más importante de la antigua Unión Soviética, tras Moscú y San Petersburgo, hoy continua siendo una gran desconocida para los turistas españoles.

La Eurocopa de Fútbol de 2012 fue, sin duda, una ocasión de oro para presentarse en sociedad a nivel internacional, junto a otras citas como Eurovisión, que en esta ocasión se celebra por segunda vez en la capital ucraniana (ya organizó la gala en 2005). Y es que, la ciudad merece por méritos propios ocupar un lugar destacado en la agenda de destinos “pendientes”.

Plaza Santa Sofía de Kíev

bpperry / Getty Images/iStockphoto

Kíev está repleta de iglesias ortodoxas, cuyas cúpulas doradas brillan a la luz del sol, y de parques, entre los que destacan el Parque Mariinskiy, donde se encuentra un bonito teatro de marionetas, y los jardines botánicos de Pechersky y Fomin.

Patrimonio religioso

El edifico más emblemático de Kíev es la catedral de Santa Sofía, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Convertido en el símbolo de la ciudad, este templo ortodoxo de espectaculares cúpulas verdes, cuyos orígenes se remontan a prácticamente mil años, ha sido también escenario de la coronación de reyes. Si subimos al campanario contemplaremos excelentes vistas de la capital.

Catedral de Santa Sofía de la capital ucraniana

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Otro de los puntos imprescindibles e igualmente distinguido por la Unesco es el monasterio de las Cuevas, el más antiguo de Ucrania. Se trata de un impresionante complejo de casi 30 hectáreas, en cuyo interior encontramos iglesias, museos y, sobre todo, las famosas cuevas –una red de túneles subterráneos laberínticos similares a las catacumbas romanas-, en las que descubrimos criptas y capillas dignas de ser visitadas.

No podemos perdernos tampoco el monasterio de San Miguel de las cúpulas doradas ni la iglesia de San Andrés, ambos edificios de estilo barroco y color azul, construidos a mediados del siglo XVIII. Más allá de la espectacularidad de las construcciones religiosas, que nos recuerdan que Kíev fue durante siglos un lugar de referencia para la religión ortodoxa, la capital cuenta con numerosos otros puntos de interés.

Un paseo por Kíev

Iglesia de san Andrés de Kíev

kavunchik / Getty Images/iStockphoto

Empezaremos el recorrido descendiendo desde lo alto de la colina donde se encuentra la iglesia de San Andrés por una calle adoquinada que nos conduce al Podol, una de las zonas más antiguas de la ciudad. A nuestro paso encontramos artesanos y vendedores ambulantes que ofrecen artesanía típica ucraniana como camisas con bordados, matrioskas, balalaicas, e incluso podemos comprar vodka y el famoso caviar. Aprovecharemos el paseo para entrar en una taberna típica y probar alguna especialidad del país.

No debemos perdernos tampoco la oportunidad de ver la ciudad desde las alturas y nos acercaremos a la colina de Vladimiro, a la que se puede acceder en funicular. Disfrutaremos de unas buenas vistas y de la posibilidad de perdernos en un largo paseo por el parque del mismo nombre.

Funicular de acceso a la colina de Vladimiro, Kíev

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La arteria principal de la capital ucraniana es la avenida de Khreshchatyk, un concurrido y hermosos bulevar, flanqueado por castaños, repleto de tiendas, restaurantes, hoteles de lujo y, sobre todo, mucha animación. Es un escenario ideal para pasear, mientras saboreamos un helado, sobre todo los fines de semana, cuando se cierra al tráfico.

Junto a esta calle encontramos la plaza de la Independencia –antes conocida como la plaza de la Revolución de octubre-, que conmemora la independencia de Ucrania de la URSS, alcanzada en 1991. La plaza, habitualmente escenario de los principales acontecimientos, también fue el centro de la Revolución naranja de 2004. En esta zona resulta interesante contemplar la mezcla de estilos de las construcciones, que saltean edificios típicos de la antigua Unión Soviética con mansiones neoclásicas.

Vozdvizhenska y Honcharna, calles de la ciudad vieja de Kíev

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En el subsuelo de la Maidan Nezalezhnosti –el nombre de la plaza en ucraniano- se encuentra El Globo, un gran centro comercial de lujo y de entretenimiento del que sobresalen unas cúpulas de cristal. En la superficie, destaca la columna de la independencia, en cuya parte superior reposa la imagen de la madre Ucrania.

No podemos abandonar Kíev sin antes acercarnos a la Puerta de Oro, una construcción del principios del siglo XI, que es la entrada más antigua a la ciudad. El paseo merece la pena.

Y además

Los aficionados al fútbol tienen una cita adicional: el estadio Olímpico, escenario de la final de la Eurocopa de 2012 y sede de la final de la Champions de 2018. Con capacidad para unos 65.000 espectadores, el estadio se halla cerca del centro, en el Monte Cherepanov, por lo que se puede llegar en metro.

Y... los fans de Eurovisión que viajen para presenciar el festival, tienen cita en el Centro Internacional de Exposiciones, un moderno complejo situado a la orilla izquierda del río Dniéper, a pocos minutos de la estación de metro de Livoberezhna.

Vista del río Dniéper (Kíev)

Leonid Andronov / Getty Images/iStockphoto

Información práctica

- Idioma: ucraniano. La mayoría de la población también habla ruso.

- Moneda: grivna (28,5 grivnas equivalen a un euro).

- Horario: una hora más que en España

- Documentación necesaria: pasaporte para los ciudadanos de la Unión Europea.

- Aeropuerto: el principal es el de Borispol, el más importante del país, situado a unos 30 kilómetros al este de la capital.

- Superficie: 839 km2 (similar a Berlín).

Mercado callejero del centro de Kíev

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- Transportes: la ciudad cuenta con una buena red de metro, tranvía y trolebús. El uso del taxi es muy usual entre los turistas, y es recomendable regatear previamente el precio.

- Seguridad: la ciudad es segura. Los turistas no deben tomar más precauciones que las habituales al viajar a una gran urbe.

- Clima: continental húmedo, con inviernos muy fríos y veranos cálidos

- Compras: la calle Khreshchatyk es la más comercial. En ella hay todo tipo de establecimientos. Cerca de esta vía, bajo la plaza de la Independencia, hay el centro comercial El Globo, con lujosas tiendas. En las inmediaciones de la iglesia de San Andrés y el Podol, encontraremos souvenirs, antigüedades y numerosas galerías de arte.

Matrioskas en un mercadillo callejero de Kíev

allou / Getty Images/iStockphoto

No debemos perdernos tampoco el mercado Bessarabsky, construido a principios del siglo pasado, donde se venden todo tipo de alimentos frescos y flores. Podemos aprovechar la visita para comer algo.

- Gastronomía: son muy típicas las blinis (una especie de tortitas de maiz con arenques), las sopas de verduras, con el borsch como una de sus más populares, las albóndigas y las empanadas de hojaldre y salmón conocidas como kulebiakas. No debemos olvidar tampoco el caviar, y bebidas como el kvas, el vodka o la cerveza dulce.

Comer en un restaurante es muy asequible. Existen numerosos establecimientos en los que degustar las especialidades locales, como el Puzata Hata, una cadena de restaurantes con buen precio, repartidos por la ciudad, o el O Panas.

Borsch, un plato típico de la gastronomía ucraniana

AnnaPustynnikova / Getty Images/iStockphoto