Milán, la ciudad de la sofisticación y la tradición
Clásico y chic
La región italiana de Lombardía combina el lado más chic de su capital con el idílico paraje natural del lago de Como
Milán, capital económica e industrial de Italia, es sede de un gran número de imponentes edificios y de un rico patrimonio arquitectónico entre el que incluyen decenas de iglesias. Además, la moda y los eventos relacionados con el sector atraen cada año a millones de visitantes que quieren visitar una de las capitales mundiales de la alta costura.
La ciudad es perfecta para combinar el shopping – la gran mayoría de marcas de moda internacionales tienen una tienda en Milán - , la gastronomía, los grandes exponentes del gótico y la visita a algunas de las más prestigiosas obras de arte, como el mural de La Última Cena de Leonardo da Vinci en el Convento de Santa Maria delle Grazie .
El Duomo de Milán es uno de las catedrales góticas más grandes del mundo”
El principal atractivo de la ciudad es sin duda su catedral, un edificio gótico considerado uno de las más grandes del mundo. El Duomo tardó en construirse cinco siglos, un tiempo más que razonable debido a su gran complejidad. El interior de la catedral está formado por largas columnas de mármol que llegan hasta el techo.
Es recomendable subir hasta la terraza panorámica situada en el tejado, desde donde podremos observar de cerca los detalles de la fachada de la catedral, como las múltiples esculturas, así como las vistas del centro histórico. La terraza es accesible tanto a pie como en ascensor, la segunda opción mucho más cómoda.
Hay que tener en cuenta que el Duomo es el monumento más visitado de Milán, por lo que es muy frecuente que se formen largas colas para acceder, especialmente durante el fin de semana.
El barrio de la moda
En la misma plaza del Duomo empieza la galería Vittorio Emanuele II, una de las avenidas comerciales cubiertas más antiguas de Europa. El espacio, diseñado en el siglo XIX, está formado por arcos de cristal y hierro forjado y allí se pueden encontrar las tiendas más lujosas y elegantes, así como algunos restaurantes y elegantes cafeterías míticas de la historia milanesa.
Aunque es un punto de encuentro y de paso obligado para turistas, merece la pena pararse delante de algunos escaparates y observar la majestuosidad y el lujo que allí se expone. Le decoración está cuidada al máximo detalle, también en el suelo.
Como establecía la tradición milanesa, el pavimento está decorado con diferentes mosaicos como el escudo de armas de Milán (una cruz roja) y el de otras ciudades italianas como Roma, Florencia o Turín. Al final de la galería se encuentra el famoso Teatro alla Scala, la opera de Milán y una de las más famosas de todo el mundo.
Via Manzoni es la calle con más caché de la ciudad, con presencia de las marcas más lujosas del mundo ”
Via Manzoni es una de las calles con más caché de la ciudad y punto de paso obligado para los amantes de la moda. Forma parte junto a otras calles del llamado Quadrilatero Della Moda (barrio de la moda) y en ella se encuentran las impresionantes tiendas de algunas de las mejores marcas.
Una de las más grandes es la boutique de Armani, que dispone de varias plantas en las que además de ropa se puede comprar libros, flores y hasta chocolates y dulces con el logotipo de la marca grabado. El domingo no es el día más indicado para realizar las compras, ya que la mayoría de negocios – incluidas las tiendas de ropa y los centros comerciales – están cerrados.
‘Un caffè per favore’
A diferencia de otras ciudades del mundo, los amantes del café quedaran seducidos por la calidad del que se sirve en Milán… y también por su precio. Por unos 2 euros – o incluso menos – se puede degustar un café de alta calidad en casi cualquier punto de la ciudad-.
Además, son muchas las pastelerías y cafeterías que permiten degustar sus dulces caseros acompañados de un tradicional cappuccino o un doppio espresso (un espresso doble).
Por 2 euros, o menos, podremos degustar un buen café en Milán ”
Muy cerca de Porta Venezia se encuentra la pastelería Pavé, considerada una de las mejores de toda Italia, en la que se pueden degustar algunas creaciones artesanales como pequeñas tartas o el clásico panettone. Todos los productos están elaborados en el mismo local – el laboratorio, como ellos lo llaman, es bien visible desde la entrada de la pastelería-.
La decoración es minimalista y moderna, lo que convierte a Pavé en un lugar ideal para daros un capricho dulce.
Cocina mediterránea con productos de proximidad
Situado en un antiguo teatro, hoy en día transformado en el supermercado gastronómico gourmet Eataly, se encuentra Alice Ristorante, un restaurante mediterráneo que basa su carta en los productos tradicionales pero con recetas reinventadas y cuidadas al máximo detalle. Todos esos detalles y buen servicio le han hecho merecedor de una estrella Michelin.
El langostino marinado en yuzu, el filete de serviola con frutos rojos, queso de cabra y helado de remolacha o el salmonete con orégano y limón son algunas de las apetitosas creaciones de la chef Viviana Varese. Los postres también son espectaculares y destaca el merengue con espuma de sabayón, crema de almendra y un toque de pimienta.
La bodega del restaurante cuenta con más de 200 referencias de vinos, champagne y espumosos italianos.
El famoso chef italiano Carlo Cracco y su chef de cocina Luca Sacchi ofrecen una elegante experiencia gastronómica en el Restaurante Cracco, galardonado con dos estrellas Michelin.
La aventura gastronómica empieza con una caja de snacks vegetales como aperitivo, seguido por excelentes creaciones como la ensaladilla rusa en corteza de caramelo o el crujiente de yema de huevo. También merece la pena probar las gambas con pistacho de Bronte - popularmente conocido como el oro verde de Sicilia – y hoja remolacha.
Algunas de las marcas de ropa más populares también tienen su propio bar y restaurante en la capital de la moda. Es el caso del Martini Bar Bistrot, el restaurante de la marca italiana Dolce&Gabbana, que ofrece una experiencia gastronómica moderna y refinada con toques mediterráneos y con un excelente y cuidada atención al cliente.
Aquí se puede desayunar, tomar el tradicional aperitivo italiano, comer y cenar. Merece la pena probar el tartare de atún, alcaparras y tomates cherry secos o la chuleta de ternera rebozada al estilo milanesa. Para finalizar ofrecen una selección de dulces sicilianos, entre los que no faltan el tradicional cannoli relleno de queso ricota o el pastel de chocolate de Módica.
Milán cuenta también con un barrio de canales – más modestos que los que podemos encontrar en algunas otras ciudades como Venecia – que se han convertido en los últimos tiempos en una zona muy popular para disfrutar el ocio y la gastronomía.
En el canal Naviglio Grande se encuentra Rebelot del Pont, un bistrot en el que el chef Matteo Monti ofrece una gran variedad de platos pequeños de alta cocina. Para aquellos que no quieran elegir de la carta, el chef propone un menú sorpresa de degustación de 4 o 5 platos. Los cócteles también son el plato fuerte de este lugar, elaborados al momento en la barra del bar.
Dormir en un hotel ‘à parfum’
Una antigua fábrica de perfumes se ha convertido en un hotel de cinco estrellas que sigue manteniendo el legado de su pasado y donde las fragancias tienen un claro protagonismo.
En Magna Pars cada una de las 39 suites está ambientada con un perfume distinto, desde los olores más florales como la gardenia, el jazmín o la magnolia pasando por los olores de madera o los olores inspirados en frutas como la cereza o el higo.
Todos los perfumes son exclusivos, elaborados en el laboratorio situado en el mismo hotel. El Lab Solue está abierto al público y ofrece a los huéspedes una experiencia exclusiva, donde pueden crear su perfume para llevarse a casa.
Cada habitación cuenta con una decoración cuidada al máximo detalle, incluyendo una pequeña colección de libros de los siglos XVIII y XIX. El hotel ofrece en el restaurante un desayuno bufet cada mañana - con copa de champán incluida -, así como un servicio de transporte gratuito hasta el centro de la ciudad.
El paraje del lago de Como
A poco más de una hora de Milán se encuentra el Lago de Como, una zona pintoresca con un paisaje de auténtica película. Este paraje ha inspirado a grandes artistas, como el escritor francés Flaubert o los músicos Gioacchino Rossini, Giuseppe Verdi y Vincenzo Bellini – este último escribió aquí la famosa ópera “Norma” -.
Aunque es posible llegar en transporte público, es recomendable visitar la zona en coche y descubrir cada uno de los rincones de postal que esconde. Hay que tener en cuenta que con la llegada del verano, la combinación de días festivos y buenas temperaturas puede resultar en un colapso de las estrechas carreteras que bordean el lago.
La ruta más recomendada es bordear el lago y realizar varias paradas a lo largo del camino para disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas y de las enormes villas, algunas de ellas en propiedad de grandes personajes como George Clooney o Madonna.
Una de los municipios más turísticos es Tremezzo, que cuenta con varias villas abiertas al público como Villa Carlotta, de 70.000 m2, famosa por su gran jardín y por su amplia colección de arte.
Desde esta localidad también se puede coger un ferry – en el que también pueden viajar vehículos - que nos llevará hasta Bellagio, una localidad histórica situada en la otra parte del lago. Aunque el precio es un tanto elevado, es una opción rápida para llegar a la otra punta del lago sin necesidad de bordearlo por completo.
Para muchos considerado la perla del lago de Como, Bellagio está formado por edificios idílicos y calles estrechas que lo convierten en un enclave especial y en lugar de peregrinación de turistas.
Este es un buen lugar para tomar el tradicional aperitivo italiano. En la calle Salita Plinio se encuentra Bstyle, un pequeño bar en el que tomarse un cóctel o una copa de prosecco acompañado por una tapa de prosciutto y queso italiano.
El Lago de Como también es un buen lugar para darse un placer al paladar y disfrutar de una auténtica experiencia culinaria en uno de los lujosos restaurantes. En Cernobbio se encuentra Villa d’Este, una antigua villa convertida en un lujoso hotel de cinco estrellas por la que han pasado grandes personalidades históricas, como el Rey Leopoldo de Bélgica, Madonna o miembros de la familia real de Arabia Saudita.
El hotel ofrece la oportunidad de disfrutar de un menú a orillas del lago en un ambiente elegante y majestuoso. Sin duda es una buena opción para disfrutar de una velada única en un ambiente inigualable y un espacio excelente para celebrar ocasiones únicas como un aniversario o una comida de Navidad o Pascua.
La empresa italiana Locauto ofrece alquiler de coches desde distintos puntos de Milán – como la estación de trenes – y también desde la terminal 1 de aeropuerto de Malpensa.
La mejor forma de llegar a Milán es a través de avión. EasyJet dispone de múltiples conexiones diarias con el aeropuerto de Milán Malpensa desde varios aeropuertos españoles como Barcelona, Madrid o Palma de Mallorca.
A poco más de una hora de Milán se encuentra el Lago de Como, una zona pintoresca con un paisaje de auténtica película”