Estas son las 7 maravillas rurales de España de 2016
Toprural
Dos pueblos andaluces, uno canario, uno extremeño, uno manchego, uno de la Comunidad Valenciana y uno de navarro configuran este particular ‘top seven’
¿Sabrías situar en el mapa la localidad de Tejeda? Si tu respuesta es negativa, te recomendamos que la busques, ya que ha sido considerada por los viajeros como la mejor de las 7 maravillas rurales de España de 2016, en el concurso que organiza por quinto año consecutivo el buscador Toprural.
Y es que este pueblo canario de impresionante patrimonio natural y apenas dos mil habitantes ha sido el claro ganador entre una selección de 20 candidatos. Le acompañan en este particular top seven dos pueblos andaluces, uno canario, uno extremeño, uno manchego, uno de la Comunidad Valenciana y uno de navarro. Descúbrelos.
Tejeda (Las Palmas)
Esta es la primera vez que un municipio canario es reconocido como maravilla rural y Tejeda entra en el ranking por la puerta grande, al recibir el 17% de los votos de los más de 35.000 emitidos por los usuarios del portal. Situada en el corazón de la isla, a algo más de 40 kilómetros de Las Palmas, es conocida sobre todo por cobijar el Roque Nublo, el monolítico de basalto formado hace millones de años.
Sin embargo, sus atractivos no acaban aquí. El pueblo, de casas blancas y hermosos almendros, se encuentra en el interior de una de las calderas volcánicas más grandes del archipiélago, lo que le proporciona numerosos puntos de interés, como el Roque Bentayga, otro monolito todavía mayor, o la Cruz de Tejeda, a 1.500 metros de altura.
Su oferta de alojamientos la componen fundamentalmente establecimientos de turismo rural, aunque a nueve kilómetros se encuentra el Parador de Cruz de Tejeda, un auténtico paraíso con fantásticas vistas a barrancos y acantilados.
Setenil de las Bodegas (Cádiz)
El pintoresco casco urbano de esta localidad de la ruta de los pueblos blancos de la sierra de Cádiz encandila a los viajeros, cuyos votos lo han encumbrado como la segunda maravilla rural española. La principal peculiaridad de Setenil de las Bodegas es su ubicación, ya que sus casas, construidas entre rocas, se adaptan a la orografía del terreno.
La imagen de calles empinadas a distintos niveles y edificaciones literalmente incrustadas en la peña no deja indiferente. Y es que este municipio de origen medieval que no alcanza los tres mil habitantes, cuenta con rincones peculiares como los que ofrecen las calles la Cuevas de la Sombra y de las Cuevas del So.
Resulta recomendable aprovechar la visita a este pueblo gaditano para deleitarse de la suculenta gastronomía de la zona, con las sopas cortijeras, las migas o el queso de cabra con membrillo, como sus especialidades más conocidas.
Frigiliana (Málaga)
Enclavada entre la Sierra de Almijara y el mar Mediterráneo, en la comarca de Axarquía, Frigiliana brilla con luz propia. Sus calles estrechas y empinadas de casas encaladas, salpicadas de geranios, buganvillas y jazmines, la han llevado a ser considerada una de las localidades más hermosas de Andalucía.
Con vistas increíbles sobre el Mediterráneo, la localidad, cuyo casco histórico está declarado Conjunto Histórico Artístico, invita a visitar auténticos monumentos como la Fuente Vieja, el palacio renacentista de los condes, la iglesia de San Antonio o el real Expósito. Tras pasear por sus calles y descubrir su esencia morisca, se impone sentarse en una terraza y disfrutar del paisaje.
Hervás (Cáceres)
La cuarta maravilla rural de este año tiene por escenario tierras extremeñas. Y es que Hervás, un pueblo de la provincia de Cáceres situado a algo más de una hora de la capital, puede presumir de una belleza medieval que atrae a numerosos turistas. Entre sus atractivos destacan el palacio de los Dávila, la iglesia renacentista de Santa María de Aguas y, sobre todo, su Judería, galardonada en 2013 por Guía Repsol como Mejor Rincón de España.
Pasear por las callejuelas empedradas de su casco antiguo y contemplar sus casas de madera y balcones volados es un auténtico placer, al igual que cruzar la travesía del Morón, considerada la calle más estrecha de España, un pasadizo que apenas alcanza los 50 centímetros. Se recomienda no abandonar la localidad sin probar su gastronomía, que conserva restos de su pasado árabe y sefardí.
Sigüenza (Guadalajara)
La imagen de Sigüenza es, sin duda, la imagen de su imponente castillo medieval, instalado en una alcazaba árabe –hoy convertido en un hermoso parador de turismo-, de su impresionante catedral y de su Plaza Mayor repleta de históricas construcciones. Y es que visitar esta magnífica villa manchega es, sin pretender caer en el tópico, un auténtico viaje en el tiempo.
Declarada en 1965 Conjunto Histórico-Artístico, es un destino perfecto para una escapada en la que disfrutar no solo de su arquitectura, sino también de su entorno y su gastronomía. Y es que Sigüenza cuenta además con una interesante oferta de alojamiento y de restauración, lo que permite adaptar la visita a cada bolsillo.
Morella (Castellón)
Situada en la comarca de Els Ports, a un centenar de kilómetros de la capital -Castellón-, y a unos 60 de la costa Mediterránea, Morella puede presumir de ser, sin duda, la localidad más espectacular de la zona. Su castillo fortificado del siglo XII luce en lo más alto de la peña, ofreciendo una imagen imponente.
Los casi dos kilómetros de longitud de sus murallas, con sus portales y torres y el casco antiguo de su ciudad medieval, repleta de palacios y casas solariegas, invitan a visitarla una y mil veces y a comprender, el motivo por el que los viajeros la consideran una de las maravillas de esta edición.
Ochagavía (Navarra)
Ochagavía completa la lista de las 7 maravillas rurales de 2016. El municipio es un auténtico pueblo de postal rodeado de un entorno natural envidiable en pleno Pirineo de Navarra. De calles empedradas y casas de tejados empinados, típicos de la arquitectura rural, es un rincón ideal para disfrutar de la naturaleza en estado puro y desde el que acceder a la famosa Selva de Irati.
El pueblo cuenta con poco más de 500 habitantes, sin embargo, dispone de numerosos establecimientos en los que alojarse y disfrutar de un fin de semana de desconexión, en el que pasear junto al río Anduña, descubrir el puente de piedra de origen medieval y reconfortarse con su suculenta gastronomía de montaña.