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Viaje a Borneo en busca del hombre de la selva

‘Mi vuelta al mundo’

Consejos para viajar a Borneo, mirar a los ojos de un orangután en su hábitat natural y ayudar a proteger su ecosistema

Galletas, cereales, chocolate, crema de cacao, helados, queso, yogur, pan, patatas, salsas, sopas, jabón, champú, pasta de dientes, desodorante, pintalabios, maquillaje, ambientador, detergente e incluso el combustible. Todos estos productos, además de muchos otros, pueden contener aceite de palma, cada vez más peligrosamente presente en nuestra vida cotidiana.

La producción del aceite de palma está causando un desastre ecológico a nivel mundial y la principal víctima es el orangután (”hombre de la selva” en malayo). Se estima que más de 50.000 orangutanes han muerto ya -a menudo quemados vivos- a causa de la deforestación de sus selvas para poder sustituirlas por plantaciones de palmeras de aceite. Hoy por hoy, el orangután se encuentra a un paso de la extinción.

El orangután es el único gran simio que habita en Asia. Tres de sus primos, el gorila, el chimpancé y el bonobo, son africanos. Los cuatro pertenecen a una misma familia junto a una quinta especie: nosotros. El orangután es uno de los primos más cercanos del ser humano, y compartimos el 97% de su ADN.

Este gran simio solitario de pelo naranja, carácter tranquilo y capacidad para razonar, pensar y fabricar herramientas, solo habita en las selvas de dos islas del sudeste asiático: Borneo y Sumatra. Por eso, para visitar al orangután en su hábitat natural solo hay dos opciones: debemos viajar a Malasia o Indonesia.

Victoria Vidal en Borneo, junto a un orangután salvaje

Mivueltalmundo.com

En Kalimantan, la parte indonesia de la isla de Borneo se encuentra el Parque Nacional Tanjung Puting, que alberga la mayor población de orangutanes salvajes del mundo. Aquí, y gracias al trabajo de la Doctora Biruté Galdikas, que en 1971 fundó el Campamento Leakey, hoy es posible recorrer la selva, de la mano de un guía experto, tratando de rastrear, escuchar o avistar al gran simio asiático.

Pero esto pronto dejará de ser posible. En los últimos 20 años, el 90% de su hábitat ha sido destruido por el ser humano, dejando al “hombre de la selva” en peligro crítico de extinción. En este proceso, miles de orangutanes han sido maltratados, asesinados, secuestrados, quemados, despellejados, enjaulados, disecados, vendidos e incluso prostituidos en burdeles.

Viajar a las selvas del sudeste asiático para visitar al orangután es una forma de fomentar su protección”

Viajar a las selvas del sudeste asiático para visitar al orangután en su entorno es una de las formas de fomentar su protección, ya que una industria turística fuerte puede plantar cara a las empresas que cultivan la palma. Otra forma de ayudar es a través de un consumo responsable: leyendo las etiquetas de los productos para comprobar si contienen derivados de la palma y averiguando su origen.

Hace unos meses se hizo viral un vídeo grabado en el Zoo de Barcelona en el que un orangután reaccionaba ante el truco de magia de un visitante. Para algunos, aquél era simplemente un vídeo divertido. Para otros, en cambio, es una muestra más de la inteligencia de nuestros primos, los orangutanes, y de la crueldad que supone tenerlos encerrados en un pequeño recinto en medio de una ciudad en lugar de trabajar para proteger su hábitat y que puedan vivir en libertad.