La Ruta de Cementerios Europeos pasa por España
21 camposantos españoles singulares o de interés para el patrimonio local
Las formas de hacer turismo se multiplican y la visita a los cementerios se consolida como una razón más para visitar ciudades y pueblos. La Ruta de Cementerios Europeos incluye 21 camposantos españoles por ser singulares o tener algún interés para el patrimonio local y entre los que se encuentran La Almudena (Madrid) o el de Sitges.
La iniciativa forma parte de las rutas culturales apoyadas por el Consejo Europeo y cuenta con cementerios adheridos en una veintena de países, desde Estonia (Siselinna, en Tallin) a Irlanda (Glasnevin, en Dublin) y de Noruega (Oslo) al sur de España.
En el caso español, las necrópolis incluidas son las de San Amaro (La Coruña), San Froilán (Lugo), La Carriona (Avilés), Ciriego (Santander), Bilbao, Polloe (San Sebastián), Reus, San Sebastiá (Sitges), Igualada, Montjuic y Poblenou (Barcelona), Capuchinos (Mataró), Arenys de Mar, Lloret de Mar, Valencia, Sant Antoni Abat (Alcoy), Nuestra Señora de la Salud (Córdoba), Monturque, Granada, el Cementerio Inglés de Málaga y el de La Almudena de Madrid.
Entre los más alejados de España se encuentra el cementerio de Siselinna (Estonia), conformado en realidad por tres: el cementerio ruso ortodoxo de 1775, el de Vana-Kaarli de 1864 y un cementerio militar de principios del XX.
Cementerios de premio
La relevancia de los cementerios como reclamo turístico se ha traducido en la convocatoria de unos premios nacionales convocados por la Revista Adiós Cultural y la Asociación de Funerarias y Cementerios Municipales, que acaban de entregar los galardones de su segunda edición, según recoge la revista Carta Local que publica la Federación Española de Municipios y Provincias.
El mejor cementerio en conjunto ha sido considerado el de Montánchez (Cáceres), pero también han sido reconocidos los de San Froilán (Lugo), por considerar el Panteón de la Familia Ventosinos el mejor monumento, y el de La Carriona (Avilés), por la escultura funeraria del panteón de la Marquesa de San Juan de Nieva.
A ellos se suman el cementerio municipal de Granada, por la historia que rodea a la conocida ‘bella durmiente’, y el de Roques Blanques (Barcelona), del que se premia una iniciativa medioambiental.
De un castillo árabe a la Alhambra
La revista recoge que el cementerio de Montánchez ha sido el más votado por su “carácter excepcional”: trepa por un risco a los pies de un castillo árabe y se sitúa a 700 metros de altura, convertido así en un “mirador privilegiado” de la campiña extremeña.
El cementerio de La Carriona acoge por su parte la que ha sido considerada en estos premios como la mejor escultura funeraria, la estatua del ángel de la cripta de los Marqueses de San Juan de Nieva, de Cipriano Folgueras, un ángel en mármol de Carrara sobre la tumba de la marquesa que constituye una de las obras más imponentes del camposanto de Avilés.
Otro de los premios se lo llevó el Cementerio de San José, en Granada, miembro también de la Ruta Europea, levantado en 1805 junto al Palacio nazarí de los Alixares, según se explica en su página web, “con la urgencia provocada por la epidemia de fiebre amarilla que asoló la ciudad”.
El cementerio forma parte del conjunto histórico de La Alhambra y entre sus atractivos se encuentra la tumba de la ‘bella durmiente’, en clara referencia al personaje de cuento, a la princesa que espera al príncipe. Es Dolores Mirasol de Cámara, fallecida en 1881 y recordada así por su familia, que encargó la escultura yacente que ha dado pie a leyendas para románticos.