Los vapers han logrado alcanzar una gran popularidad en los últimos años, sobre todo entre los jóvenes, por lo que se han convertido en protagonistas polémicos y en una preocupación para las instituciones por las consecuencias de fumar vaper. El 6,6% de los jóvenes de entre 14 y 18 años vapean, así como el 6,2% de la población de entre 19 y 24 años, según los datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC). Desde la entidad destacan que, pese a los impedimentos en torno a su compra, los menores y los jóvenes consumen estos dispositivos cuatro veces más que la media general. De hecho, desde la SEMFYC alertan de que 1 de cada 2 jóvenes que vapean también consume cigarrillos convencionales, con el considerable riesgo para la salud que esto conlleva, por ejemplo, afecciones en el desarrollo del cerebro por vapear, debido tanto a la nicotina como a los compuestos químicos.
Además de los problemas de salud, este consumo también se traduce en una considerable cantidad de residuos. ¿Dónde acaban todos estos? Ecoembes advierte que los cigarrillos suponen uno de los principales contaminantes del medioambiente, puesto que sus componentes nocivos acaban transfiriendo al suelo y al agua. Desafortunadamente, debido a esta composición, las colillas no se pueden reciclar. Y, según los datos de la organización, cada año se desechan 4,5 billones de estas, por lo que resulta imperioso deshacerse de ellas adecuadamente. Para ello, el contenedor gris debe ser el escogido, en él se acumulan todos aquellos desechos que no son aptos para el reciclaje. Pero ¿qué sucede en el caso de los vapers?
¿Cómo hay que deshacerse de los residuos de los vapers?
Desechar un vaper conlleva un proceso algo más complejo, sin embargo, su creciente popularidad hace más necesario que nunca ser conocedor de este proceso. Desde el Ministerio de Sanidad identifican más de 460 marcas diferentes de estos cigarrillos electrónicos. “Su composición y el ciclo de vida de sus componentes los convierten en un problema para el medioambiente si no se gestionan de manera adecuada”, advierten desde Ecoembes.
Lee también
Lo primero a tener en cuenta es si estos son reciclables o no. La respuesta de la organización medioambiental es que, en el caso de los vapers desechables, el cartucho y la batería que los conforman deben ser depositados en un espacio de recogida específico, ya sea un punto limpio o un contenedor específico para estos dispositivos, porque requieren de un manejo especial. Por este motivo, los vapers no se pueden tirar a la basura, al contenedor ni a ningún otro lugar. En lo referente al cartucho o a la cápsula que contiene el saborizante, si es de plástico, se tirará al contenedor amarillo. Y si se trata de una de vidrio, el contenedor verde será el adecuado.