Loading...

La zona costera de Barcelona, la segunda con más vertidos de plásticos en el Mediterráneo

Alarmante informe de WWF

Cada año, 570.000 toneladas de plástico entran en aguas mediterráneas, 3,6 millones de toneladas ni siquiera son recogidas y otros 3 millones tienen una mala gestión

Un equipo de buceadores de WWF (en la foto) se sumergió en aguas canarias para denunciar esta amenaza, especialmente grave en el parque natural del Archipiélago de Chinijo (norte de Lanzarote)

Wwf Handout / EFE

Las costas de Barcelona son la segunda área con mayor vertido de plásticos en el Mediterráneo (con una acumulación diaria de 26,1 kilos por kilómetro en la franja litoral). Así lo indica un estudio de la oenegé WWF en el que se señalan las nueve áreas que sufren más gravemente este problema.

El ranking está encabezado por el litoral de Cilicia, en el extremo suroriental de Turquía (31,3 kilos).

Asimismo, se citan los vertidos en las costas frente a Tel-Aviv (21 kilos), Venecia/delta del Po (18,2 kilos), Valencia (12,9), Alejandría (12,7), Algiers (12,2) o Marsella (9,4), mientras que el impacto es menor en Esmirna, en la costa turca frente a Grecia (7,2).

Los ríos turcos Ceyhan y Seyhan, el delta del Po y el Nilo son los principales focos de vertido de plásticos en el Mediterráneo.

Cada año, 570.000 toneladas de plástico entran en aguas mediterráneas, lo que equivalente a arrojar 33.800 botellas de plástico en el mar cada minuto.

Sin planes de acción, se estima que la generación de residuos plásticos se multiplicará por cuatro en el 2050.

“La producción de plástico es demasiado barata, mientras que la gestión de sus desechos y los costos de contaminación corren a cargo en gran medida de las sociedades y de la naturaleza. Todos los países deben revisar toda su cadena de producción. Es la única forma en que podemos mantener el plástico fuera del mar Mediterráneo”, señala el informe.

Una generación de 24 millones de residuos

Con un crecimiento anual en la producción del 4%, la producción de plástico alcanzó en el año 2017 un total de 37,8 millones de toneladas en los países del Mediterráneo, que se convierten anualmente en una generación de 23,97 millones de residuos plásticos.

¿Y cómo se reparten estos residuos plásticos?

Un total de 17,40 millones de toneladas tienen un tratamiento controlado y 6,57 millones corresponden a desechos plásticos mal gestionados.

Se estima que un 0,57 millones de toneladas son vertidas al mar.

Los países que tienen un peor comportamiento son Egipto (0,25 millones de toneladas al año vertidas al mar), Turquía (0,11 millones de toneladas) e Italia (0,04 millones), mientras que los otros países analizados arrojan 0,01 millones de toneladas al año. Son Túnez, España, Marruecos, Grecia, Francia y Croacia.

Una sucesión de fallos, el Impacto económico

El análisis de WWF muestra que la contaminación por plásticos es el resultado de fallos en la gestión en todo el ciclo de producción, incluyendo los diversos eslabones: fabricación, consumo, gestión del residuos y falta de mercados secundarios y del material reciclado.

La región mediterránea es el cuarta gran productor de productos plásticos del mundo y sus habitantes (residentes o habitantes) generan casi 24 millones de toneladas de residuos plásticos cada año. Casi tres cuartas partes (el 72%) tienen un tratamiento controlado, aunque con diferencias entre los diferentes países.

El plástico tiene efectos negativos, y con frecuencia letales, sobre la vida marina. Las pérdidas económicas atribuidas a la contaminación plástica se estiman en 641 millones de euros al año, y el turismo resulta el sector más afectado

El turismo incrementa la generación de desechos un tercio durante los veranos de verano, lo que hace que la capacidad de tratamiento en los ámbitos locales se ve frecuentemente sobrepasada o superada por las necesidades.

iStockphoto

Cómo se gestionan

Del total de residuos plásticos generados (esos 24 millones de toneladas), se recogen de manera real 20,4 millones de toneladas (85%, por ciento), mientras que 3,6 millones de toneladas (15%) no se recogen y pueden acabar en el medio natural y alcanzar la naturaleza.

Hablemos ahora de cómo se recogen esas 20,4 millones de toneladas.

-10,2 millones de toneladas terminan en vertederos controlados,

- 3,9 millones se reciclan,

- y 3,3 toneladas se incineran.

Pero además hay dos destinos inadecuados:

- 0,2 millones de toneladas acaban en vertederos carentes de los requisitos sanitarios adecuados (vertederos no controlados)

- 2,8 millones de toneladas se vierten ilegalmente de manera directa.

En resumen, hay 6,6 millones de toneladas de residuos plásticos, que no son recogidos, que son dejados en vertederos inadecuados o directamente en vertederos ilegales.

Y estos son los desechos colectivamente mal gestionados que constituye el gran foco de posibles vertidos en el mar Mediterráneo.

Los países con una contribución mayor a la mala gestión de estos desechos son Egipto (42,5%, Turquía (18,9%) e Italia (7,5%).

Mal manejo

Un total de 3,6 millones de toneladas de residuos plásticos al año no se recogen, y a ellas se suman un tratamiento en vertedero sin garantías (0,2 millones) o los vertidos de manera ilegal (2,8 millones)

Trozos, millones

El informe concluye que un total de 247.000 millones de trozos de plástico flotan en el mar Mediterráneo; se espera que este número seguirá creciendo hasta multiplicarse por cuatro en el 2050.

Las corrientes marinas y las derivas hacen improbable que los plásticos se acumulen largo tiempo en la superficie del agua.

Cada día, de promedio, se registra una acumulación de 5,1 kilos de plásticos en la costa.

Dada la longitud de sus costas y las altas concentraciones de plástico en sus aguas costeras, Italia (12,6 kT por año) y Turquía (12,1 kT / año) son las zonas que acumulan más residuos de plástico de la costa cada año.

Los estudios de Andrés de Cózar

Diferentes investigaciones han ido informando de que los plástico se ha ido encontrando en los estómagos de peces, aves, tortugas y ballenas y que también se habían encontrado pequeños pedazos de plástico, microplásticos, en ostras y mejillones. El temor es que mine la biología marina.

“El mar Mediterráneo es la sexta gran zona de acumulación de plásticos del planeta, y los datos que registramos son equiparables a los niveles que se dan en las grandes áreas de acumulación de los océanos (debido a las corrientes) o giros, como la mal llamada ‘isla del plástico’ del Pacífico”, señaló el verano pasado a este diario Andrés Cózar, profesor de Ecología de la Universidad de Cádiz.

“Año tras año se incrementa la acumulación de plásticos”, añadió. En parte, porque el Mediterráneo es un sistema marino semicerrado.

Cózar estima que en el Mare Nostrum hay entre 1.000 y 3.000 toneladas de peso de objetos plásticos flotantes sólo en la superficie, según sus estudios, en los que usa redes con mallas muy finas. “Pero el plástico flotante representa sólo el 1% de todo el acumulado en el Mediterráneo; es la a punta del iceberg”, afirma.

El grueso acabará hundiéndose hasta el fondo, para convertirse en materia que absorberán los microorganismos y las algas.

Acción de protesta. Escultura de WWF bajo el agua en la playa Blanca, en la costa de Lanzarote

Wwf Handout / EFE

Desaprovechado

Más de la mitad del plástico se convierte en residuo un año después de su producción, según el informe de WWF, y en su mayor parte se envía a vertederos o incineradoras, en lugar de ser reutilizado o reciclado.

Y casi un tercio de los residuos plásticos del Mediterráneo están mal gestionados o defectuosamente manejados.

Este plástico (que, o bien permanece sin recoger o termina en vertederos sin condiciones adecuadas o en vertederos directamente ilegales), acaba frecuentemente en los cauces de los ríos y en el mar

Pocos países han logrado tasas significativas de recogida selectiva de plástico, para asegurar un suministro constante de material plástico para su reciclaje.

Consumo, envoltorios

El 65% del plástico consumido en el Mediterráneo se convierte en residuos en un año, y los artículos de embalaje de un solo uso son la mayor fuente de residuos.

La producción de plástico por persona es muy alta en los países mediterráneos: 23 kilogramos más altos que la media mundial.

En Italia y Turquía, el embalaje representa al menos el 80% del total de residuos generados.

En el año 2016, Grecia utilizaba aproximadamente 300 bolsas de plástico por persona al año.

Mientras, Italia es el mayor consumidor de agua embotellada (178 litros de agua vendidos en botellas de plástico.

Causas de la situación

1) Los productores no asumen los costes reales que suponen todo el ciclo de vida del plástico

2) El elevado volumen de desperdicios de plástico se debe a la proliferación de artículos de un solo uso.

3) Los países tienen una capacidad limitada de recogida y tratamiento, lo explica muchas veces los vertidos ilegales

4) hay una baja rentabilidad en el sector del reciclaje y en el mercado de segunda mano

5) los residuos se disparan en verano por el turismo.

6) Hay bajas tasas de recogida selectiva. Los sistemas de recogida actuales resultan ineficaces, por la alta proporción de impropios, sobre todo en Grecia o Turquía.

Italia es el país con mayor capacidad de reciclado, seguida de Francia y España mientras que Siria y Túnez reciclan menos del 5% de sus flujos de residuos.

En el conjunto de los países mediterráneos, sólo el 17% de los residuos se reciclan mientras que la media europea es del 31%.

Productores, todas las ventajas para ellos

Los productores no se ven incentivados a reconducir su comportamiento.

El coste de producir plástico cada vez es más barato; el precio de recursos como el petróleo y el gas natural han disminuido casi la mitad en la última década.

La mayoría de los productores de materiales plásticos no están obligados a asumir los costos de gestión de residuos, o su impacto en el medio ambiente.

Las compañías petroquímicas de Europa no pagan las emisiones de dióxido de carbono originadas en la producción de plástico (mercado de emisiones.

Bajos precios del petróleo

Los productores no asumen todos los costes asociados a la vida del plásticos; los fabricantes no están sujetos al mercado de derechos de emisión, y no pagan permisos por emitir CO2

Por eso, el informe aboga por aplicar acciones políticas ambiciosas y coherentes, para lograr un vertido cero de plástico en el mar para 2030.

“Cortar el consumo de plástico sigue siendo un requisito previo para reducir la insoportable cantidad de residuos de la región; pero además se requiere disminuir el uso del plástico en los productos y asegurar un reciclaje totalmente eficiente y fomentar la reutilización”, concluye el informe.

Sobre la base de los resultados de este estudio, WWF insta Gobiernos, industrias y ciudadanos a asumir la responsabilidad. y construir conjuntamente un modelo eficiente de economía en el que se evita el plástico innecesario y no se desperdicia ningún plástico.

Propuestas

WWF propone la aprobación de un tratado legalmente vinculante para eliminar los vertidos de plástico en la naturaleza para 2030.

Se reclama desterrar los plásticos innecesarios de un solo uso y ampliar la responsabilidad de los fabricantes para que asuman los impactos que se producen a lo largo de toda la cadena de su ciclo de vida.

Producción total de plásticos y destino a nivel mundial

También se juzga necesario invertir en sistemas realmente efectivos de gestión de residuos para asegurar que todo el material sea recolectado, reutilizado y reciclado.

Igualmente, es fundamental promover el desarrollo de un mercado para el reciclado material.

Por otra lado, se pide a la industria que asuma la responsabilidad del ciclo de vida completo de los productos plásticos, “en lugar de pasar el coste de los residuos a la sociedad y a la naturaleza”.

No menos importante es que diseñen productos que eliminen cualquier plástico innecesario y que puede ser fácilmente reciclado y reutilizado.

Plásticos de un solo uso

Y se pide el fomento de materiales reciclados, sin plástico virgen.

A las administraciones le pide que evite consumir productos de plástico de un solo uso, y adopte más alternativas lo más racionales ecológicamente (clasificar y separar los residuos).

Residuos importados en Turquía

El informe destaca que los residuos importados por Turquía han aumentado un 3,5% desde que China cerró sus fronteras a este comercio. Turquía es ahora uno de los diez principales importadores. El plástico importado es de más alta calidad que el generado en lo residuos domésticos. El resultado es que una gran parte de la capacidad de reciclado es ocupada por los plásticos importados procedentes de Gran Gretaña, Bélgica o Alemana. Y slo el 6% de los residuos de plástico domésticos son reciclados a través de estas instalaciones.

Tras el cierre del mercado chino

Plásticos recogidos selectivamente en Alemania o Bélgica pueden haber acabado en incinerdoras o en vertederos legales o ilegales de Turquía y Marruecos

En general, muchos de los países que aceptan grandes volúmenes de residuos importados, como Turquía y Marruecos, asumen un gran reto en la gestión eficaz de estos desechos. Ya que están mal preparados para recibir un repentino flujos de desechos. Estos significa que “los plásticos recolectados y exportados para reciclar en estas naciones puede haber terminado en vertederos, Incineradores o vertederos abiertos”.

Los obstáculos económicos para la industria del reciclado

El informe alerta de que un gran volumen de plásticos son desaprovechables, por lo que es muy difícil desarrollar un mercado a gran escala para absorber estos desechos.

Y esto complica la aspiración de lograr una economía circular.

Las pérdidas de valor de estos materiales de segunda mano se debe a las mezclas de diferentes tipos de plásticos de las que están compuestos (que complican el reciclado); de los aditivos plásticos, que hacen también que el material no sea seguro a la hora de garantizar su reciclado; y de la contaminación que sufren con substancias contenidas en los sistemas de recogida, mal diseñados.

“La mayoría de los materiales creados en el mercado secundario son de calidad inferior a la del plástico virgen y, por lo tanto, tienen una menor retribución”, dice el informe.

De hecho, los costes operativos del reciclaje siguen siendo prohibitivamente altos, debido a tres razones: 1) los costos de la recogida y separación de residuos, 2) los elevados precios de la tecnología y 3) un limitado suministro plásticos reciclables.

Un 25% de plástico reciclado, meta lejana aún

Aunque empiezan a aparecer regulaciones sobre el uso obligatorio de materiales secundarios (plástico reciclado), este mercado sigue siendo pequeño.

La Directiva de la UE sobre plásticos de un solo uso establece un objetivo de reciclado del 25% para las botellas de PET pero la industria aún está lejos de alcanzar esa meta, dado que el promedio en el contenido reciclado en una botella de PET era del 11% en el año 2017.

En Europa, los costos de operación de la industria del reciclado se estiman en 924 euros la tonelada de plástico, un valor significativamente más elevado que el del promedio de la venta de plástico secundario (540 euros la tonelada).

Por lo tanto, el reciclaje sigue siendo muy poco rentable.