Un grupo de destacados científicos y líderes políticos ligados a protección del clima han enviado una carta abierta al secretario ejecutivo del Convenio de Cambio Climático, Simon Stiell, en la que sostienen que las conferencias del clima (que se vienen celebrando desde hace 28 años) ya no cumplen su función; y ahora necesitan “una reforma fundamental”. Es lo que opinan personalidades relevantes como el exsecretario general de ONU, Ban Ki-moon; la antigua secretaria ejecutiva del Convenio de Cambio Climática, Christiana Figueras, o el reputado científico Johan Rockström.
Los firmantes sostienen que “no hay duda de que el cambio climático es un desafío global“ que debe resolverse mediante negociaciones multilaterales” y con los planes de acción climática enviados por los países a la ONU. Sin embargo, la estructura actual de estas conferencias ”no puede generar el cambio a una velocidad y escala exponenciales, lo cual es esencial para garantizar un aterrizaje climático seguro para la humanidad”.
Todo ello, les impulsa a “pedir una revisión fundamental de las COP. Necesitamos pasar de la negociación a la implementación, lo que le permitirá cumplir los compromisos acordados y garantizar la urgente transición energética y la eliminación gradual de la energía fósil”, dicen.
Entre los firmantes también figuran la expresidenta de Irlanda Mary Robinson y la máxima responsable de la Fundación para los Estudios Progresistas Europeos, Maria João Rodrigues, entre otros
Mejorar en el proceso de selección de las presidencias de las conferencias de la cumbre climática de Naciones Unidas
En ese sentido, plantean una serie de puntos que entienden necesarios para seguir adelante, que arranca con una mejora en el proceso de selección de las presidencias de las conferencias de la cumbre climática de Naciones Unidas.
“Necesitamos criterios de elegibilidad estrictos para excluir a los países que no apoyan la eliminación gradual o la transición hacia la eliminación de las energías fósiles. Los países anfitriones deben demostrar su alto nivel de ambición para mantener los objetivos del Acuerdo de París”, dicen en su carta
Sostienen además que en el futuro “las reuniones de la COP deben transformarse en reuniones más pequeñas, más frecuentes y orientadas a la búsqueda de soluciones, en las que los países informen sobre los avances, rindan cuentas de acuerdo con los últimos avances científicos y discutan soluciones importantes para las finanzas, la tecnología y la equidad”.
El mensaje llega durante una COP que se celebra en Bakú, donde el presidente azerí, Ilham Aliyev, cuyo país obtiene casi la mitad de su PIB del gas y el petróleo, dijo en la inauguración que los recursos naturales como combustibles fósiles son “un regalo de Dios”.
Encuentros más pequeños
Piden además mejorar “la implementación y la rendición de cuentas”, con “mecanismos que responsabilicen a los países por sus metas y compromisos climáticos”, y que se garantice “un seguimiento robusto de la financiación climática”.
Esta labor debe complementarse comparando los progresos nacionales utilizando los informes de brechas de las Naciones Unidas. “Este enfoque acelerará la acción y permitirá realizar ajustes oportunos en función de los hallazgos científicos emergentes y las circunstancias globales cambiantes”
Un órgano asesor científico
Sugieren asimismo que se añada a la estructura “un órgano asesor científico permanente formalmente integrado en la estructura de la COP”, más allá del apoyo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y “reconocer las interdependencias entre pobreza, desigualdad e inestabilidad planetaria”.
“La estabilidad planetaria, ahora en grave riesgo, es imposible sin acciones decisivas en igualdad, justicia y reducción de la pobreza”, destacan.
Un total de 2.456 lobistas de los combustibles fósiles en la cumbre de Dubái
Por último, reclaman una representación equitativa en las conferencias. "Dado que los lobistas de los combustibles fósiles superan en número a los representantes científicos, indígenas y de las naciones vulnerables al clima en las COP anteriores, existe la necesidad de contar con reglas de transparencia y divulgación más estrictas y directrices claras que requieran que las empresas demuestren la alineación entre sus compromisos climáticos, su modelo de negocios y sus actividades de lobby.
Critican así que en la última edición de la conferencia climática, la COP29 de Dubái, celebrada también en un país rico en gas, como Emiratos Árabes Unidos, se acreditase a 2.456 lobistas de los combustibles fósiles.
“El hecho de que hubiera muchos más lobistas que representantes oficiales de instituciones científicas, comunidades indígenas y naciones vulnerables refleja un desequilibrio sistémico en la representación de las COP”, apuntan.
Los firmantes concluyen que es necesaria esa reforma para que las cumbres climáticas de la ONU puedan tomar “decisiones estratégicas, orientadas a la acción y responsables, que estén a la altura del desafío definitorio de nuestro tiempo”.
Para que sean congruentes con la ciencia
Mejorar los planes que los países envían a la secretaria del Convenio de Cambio Climático
Estos expertos ven también necesario exigir a los países que rindan cuentas de sus objetivos y compromisos climáticos. Los países envían a la secretaria del Convenio de Cambio Climático sus planes de acción. Pero bajo el acuerdo de París los gobiernos no están obligados a que esa rendición de cuentas comporte que los planes enviados se ajusten a la evidencia científica más reciente. Por eso, dicen que se deben presentar mejor esos informes y evaluación comparativa, y que haya un proceso riguroso de revisión, con supervisión científica independiente y un seguimiento transparente de los compromisos y las acciones.
Por otro lado, “una proporción cada vez mayor“ de financiación climática se está desembolsando en forma de préstamos con intereses, ”lo que exacerba la carga de la deuda de las naciones vulnerables al clima”. Por eso, concluyen que “necesitamos definiciones y criterios estandarizados para determinar qué se considera financiación climática, junto con marcos de presentación de informes comunes y mecanismos de seguimiento para verificar los flujos de financiación climática. Todas estas medidas son fundamentales para restablecer la confianza y la rendición de cuentas y para movilizar los recursos necesarios”.