Habitualmente, en el muelle 39 de San Francisco, cientos de leones marinos se concentran sobre las plataformas flotantes de madera. La multitud de estos animales, que tradicionalmente se contabilizan en cientos de ejemplares, se ha convertido en una atracción turística imprescindible para todos los visitantes de la ciudad.
Durante estos días se está registrando una presencia más elevada de lo habitual, ya que cifran el número de estos animales en más de un millar. Una cantidad que no se había observado desde hace 15 años.
Los expertos creen que este aumento de leones se debe a la abundante cantidad de anchoas que hay en esta época en las aguas californianas.