La región de Barcelona y Girona necesita que se produzcan lluvias continuadas, persistentes y generalizadas para hacer crecer los ríos y poder salir de la situación de excepcionalidad a causa de la sequía. No son suficientes los meros aguaceros puntuales localizados geográficamente, sobre todo si estas precipitaciones no son constantes en las cabeceras del Ter y Llobregat, cuyos embalses abastecen la zona central de Catalunya. Así se expresan los meteorólogos al valorar el episodio de lluvias de primavera de estos días.
“Necesitamos lluvias constantes; no las del tipo de aguaceros que se producen por la tarde, que dan 40 o 50 litros por metro cuadrado, pero que son solo cosa de tres municipios, que no duran mucho y no son extensas”, explica Santiago Segalà, jefe de predicción del Servei Meteorològic de Catalunya.
Para el domingo y el lunes se esperan días más calmados, y la semana próxima nuevas perturbaciones
Las lluvias de los últimos días han servido para mantener globalmente el nivel de las reservas de agua en los embalses del Ter y Llobregat, que siguen estando al 25% de su capacidad máxima.
Ha habido un incremento de las aportaciones de caudales en el embalse de Sau, en el Ter, pero estas precipitaciones han sido menos cuantiosas en la cuenca del Llobregat, el otro gran río que abastece Barcelona. Por eso, la situación es estable en el embalse de la Baells, pero la tendencia es decreciente en los embalses de La Llosa del Cavall y Sant Ponç.
“Se ha roto al menos una tendencia de descenso continuado de las reservas en los embalses. El terreno se ha colmatado de agua y las próximas lluvias que se produzcan, según la duración, extensión y los caudales que lleven, pueden dar lugar a aportaciones destacadas a los embalses”, señalan técnicos de la Agència Catalana de l’Aigua.
Las lluvias de estos días han sido originadas por la llegada de frentes desde el oeste que han dado lugar a la presencia de tormentas y aguaceros, que se han repartido finalmente por amplias zonas del territorio (excepto las comarcas de Lleida).
Anoche, por ejemplo, el foco de preocupación se centraba en el litoral y prelitoral de Tarragona, donde se dio un aviso por el riesgo de una tormenta fuerte.
Los expertos resaltan sin embargo que el tipo de precipitaciones “no son las que necesita el país”. Se precisan lluvias abundantes, constantes y extensas, “mientras que estas lluvias son aguaceros”, resalta Segalà.
La situación meteorológica se caracteriza por una sucesión de frentes desde el oeste (y alguno desde el norte), episodios típicos de primavera (“que es lo que toca”). Sin embargo, “lo que necesita Catalunya” son situaciones de Levante, como las que se forman como consecuencia de una depresión mediterránea y que dan lugar a nubosidad abundante y precipitaciones generales y constantes. El efecto de estas borrascas es que son impulsadas por vientos marítimos ( xaloc , este, sudeste) y que generan una nubosidad abundante.
Los técnicos del ACA constatan que se han producido lluvias destacadas muy localizadas en la cabecera del Ter (70 litros en Ulldeter), pero muy cerca, en Camprodon o Núria, las precipitaciones ya han tenido mucha menos relevancia. Por eso, las crecidas de los ríos son fugaces.
En general las precipitaciones no serán cuantiosas, aunque sí lo pueden ser localmente
Para este sábado, se pueden dar precipitaciones en la mitad este de Catalunya (comarcas de Girona y Barcelona): se pueden repetir los aguaceros y tormentas, y localmente dar precipitaciones de 15 o 20 litros de manera local. “Pero, en general no serán cuantiosas, aunque sí lo pueden ser localmente”, dice Segalà. Hoy volverán a caer precipitaciones en las cabeceras de los ríos Ter y Llobregat, pero menos este último caso. Para el domingo y lunes, en Catalunya, se esperan días más calmados, mientras que a partir del martes, miércoles y jueves se prevén nuevas perturbaciones que den lugar a aguaceros.
A nivel estatal, el fin de semana estará marcado por un ambiente “más fresco” que las semanas pasadas, especialmente en el norte peninsular, donde hará más frío de lo normal para esta época del año, y se registrarán lluvias, chubascos y tormentas en el norte y el este del país, según la Agencia Estatal de Meteorología.
Un verano más cálido de lo normal
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisó ayer de que hay “muy alta probabilidad” de que el trimestre de verano (junio, julio y agosto) sea “más cálido de lo normal en toda España”. Así lo aseguró el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, que agregó que hay “entre un 50% y un 70% de probabilidades de que se trate de un verano muy cálido, es decir, de que se encuentre entre el 20% de los veranos más cálidos de las últimas tres décadas”. Además, indicó que “no es descartable que, sobre todo en junio, puedan hacer acto de presencia las tormentas”. En cualquier caso, “no parece que las lluvias que caigan durante el verano vayan a ser suficientes, ni mucho menos, para aliviar la situación de sequía meteorológica que padece España”, aseguró.