El debate sobre la energía nuclear ha vuelto a reaparecer en una conferencia del clima; y en esta ocasión se ha visto espoleado por los planes de algunos países europeos partidarios de reabrir y legitimar esta opción dentro de las estrategias para la descarbonizar la economía y reducir las emisiones para atenuar el calentamiento. Francia abandera esta opción, pero se ha encontrado con una inesperada reacción de un grupo de países.
Concretamente, cinco naciones de la Unión Europea han rechazado las propuestas para incorporar la energía nuclear como una opción elegible susceptible de recibir recursos económicos de los fondos europeos en consonancia con los planes de acción climática.
Esta decisión depende de la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía de finanzas verdes de la UE, el sistema de clasificación de actividades económicas ambientalmente sostenibles.
Frente a la posición de Francia un grupo de países rechaza la idea de que esta sea una tecnología que no perjudica al medio ambiente. La declaración que recoge estos argumentos, realizada al margen de la conferencia de Glasgow, fue respaldada por Austria, Dinamarca, Alemania, Luxemburgo y Portugal.
“La energía nuclear no puede ser una solución a la crisis climática”, dijo la ministra interina de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze. La ministra alemana argumentó que la energía nuclear era demasiado peligrosa, demasiado lenta (en la creación de infraestructuras) y no es sostenible.
Los cinco países sostienen que incorporar la energía nuclear a la lista de la UE de tecnologías no perjudiciales para el clima comportaría el riesgo de desviar fondos de las fuentes renovables, como la eólica y la solar, para esta finalidad.
Taxonomía para las finanzas verdes
España no quiere que sean elegibles para las ayudas "ni las nucleares ni el gas"
España, por su parte, ha decidido no apoyar a este grupo de cinco países, “porque nuestra postura va más allá”, dijeron fuentes ministeriales.
El Gobierno español no quiere que sean elegibles con fondos verdes europeos ni la energía nuclear ni el gas, según comunicó el Ejecutivo a la Comisión Europea en una carta en junio.
La vicepresidenta tercera del Gobierno español, Teresa Ribera, considera que el enfrentamiento de Francia y Alemania para incluir, respectivamente, la energía nuclear y el gas en la lista de "inversiones verdes" de la Unión Europa genera una "distorsión" en el conjunto de la acción medioambiental.
"Nosotros, desde España, creemos que, con independencia de que puedan tener una consideración singular como tecnologías que puedan acompañar la transición, es bueno que no se incorporen en esa lista de taxonomía verde", declaró la ministra.
Según Ribera, ambas fuentes (nuclear y gas) deberían quedar fuera de la lista de inversiones verdes elegibles. No quiere que se financien nuevas infraestructuras para estas dos tecnologías con fondos comunitarios: el gas, por ser un combustible fósil; y la energía atómica, por los riesgos que comporta y los residuos generados.
Francia quiere ayudas para la nuclear, y Alemania, para al gas
Si la energía nuclear recibe esta consideración favorable en el libro de taxonomía a debate, la industria nuclear podría recibir fondos públicos para estas inversiones con recursos comunitarios.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció por sorpresa hace dos días que Francia reandará la construcción de centrales nucleares, una fuente de energía maldita en Alemania. Este país, que renunció a la energía nuclear, apuesta hoy por un combustible fósil, el gas, como energía de transición tras haber puesto en el calendario la fecha del 2038 para desprenderse del carbón en la generación eléctrica.
La respuesta alemana a ese movimiento ha llegado en los pasillos de la cumbre del clima de Glasgow, donde Berlín ha hecho circular una declaración donde manifiesta su preocupación por que la energía atómica pueda incluirse en la llamada "taxonomía" que prepara la Comisión Europea y cuya decisión será inminente.
Francia y varios otros países miembros de la UE han dicho que quieren utilizar la energía nuclear como parte de sus esfuerzos para eliminar gradualmente las plantas térmicas que utilizan combustibles fósiles (carbón, gas natural) y que son fuentes importantes de emisiones de gases de efecto invernadero.
Decisión clave, pronto
Se espera que la Comisión Europea presente en las próximas semanas un nuevo conjunto de normas que aclarará la elegibilidad de la energía nuclear y del gas dentro de la taxonomía de las finanzas verdes de la UE.
Pero según Schulze, los futuros partidos del gobierno alemán están cada vez más irritados por la medida, ya que todavía están atrapados en las negociaciones para la formación de una coalición del partido socialdemócrata (SPD), los Verdes y los Liberales (FDP ).
La ministra alemana Svenja Schulze se ha convertido en la cabecilla de esta revuelta a la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía de finanzas verdes de la UE. Uno de sus argumentos es que no quiere que la nueva coalición de gobierno se encuentre ante unos hechos consumados.
“No queremos energía nuclear, no la consideramos sostenible y tampoco queremos que la UE la apoye”, dijo Schulze a la prensa alemana el lunes (8 de noviembre).
Según ella, la Unión Europea no ha tomado ninguna decisión sobre la energía nuclear, “aunque Francia está actualmente exponiendo sus intereses en voz alta”.
Los planes de Macron
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aprovechó un largo discurso televisado (emitido el 9 de noviembre), dedicado en principio a hacer balance de su gestión -a cinco meses de las elecciones presidenciales- y la situación de la Covid-19, para anunciar la decisión de que, “por primera vez en décadas, nuestro país [Francia] relanzará la construcción de reactores nucleares”.
Macron justificó la apuesta por la energía nuclear basándose en los precios de los hidrocarburos, la independencia energética de su país y los objetivos de reducción de las emisiones de gases que provocan el cambio climático.
Por eso, para garantizar la independencia energética de Francia, para garantizar el suministro eléctrico de nuestro país y lograr nuestros objetivos, en particular la neutralidad de carbono en 2050, vamos, por primera vez en décadas, a relanzar la construcción de reactores nucleares en nuestro país y seguir desarrollando energías renovables”, afirmó textualmente el presidente francés.