Los científicos están observando cómo la crisis climática se está generalizando en todas las regiones del planeta, en donde los efectos de la climatología extrema se están extendiendo de manera rápida e intensa. Así lo indica el último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) elaborado por expertos reunidos por la ONU. Muchas de las alteraciones observadas en el sistema climático no tienen precedentes en cientos o, incluso, miles de años, y algunas de las modificaciones (provocadas por las emisiones de gases de efecto invernadero), como la subida del nivel del mar o los deshielos continentales y polares, serán irreversibles durante miles de años.
Sólo fuertes y sostenidas reducciones de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero podrían atenuar el cambio climático en marcha. Tal acción tendría beneficios inmediatos en la calidad del aire; pero, incluso en estas circunstancias, estabilizar las temperaturas y el sistema climático podría tardar de 20 a 30 años, según el grupo de trabajo número 1 del IPCC, que ha resumido y evaluado las bases del conocimiento físico del calentamiento.
El texto, que fue aprobado el viernes tras dos semanas de debate, es el primero de los tres trabajos que compondrán el Sexto Informe de Evaluación del IPCC, que se completará a lo largo del 2022.
Calentamiento más rápido
El documento ilustra las evidencias de la crisis climática originada por los gases invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles. Las actividades del hombre han elevado las temperaturas en la superficie de la Tierra en 1,07 ºC (en el período 2010-2019 respecto a 1850-1900); los glaciares están en retroceso desde los años 90 del siglo pasado; la banquisa del Ártico pierde de media un 40% de superficie en septiembre respecto al período 1979-1988, y la subida del nivel del mar ya alcanza los 3,7 milímetros al año entre el 2006 y el 2018. Asimismo, las franjas climáticas se desplazan hacia los polos en ambos hemisferios y la primavera se alarga más de dos días por década desde los años 50 del siglo pasado en las zonas del hemisferio norte no tropicales.
Cambios sin precedentes
La escala de los cambios del sistema climático no tiene precedentes.
Las concentraciones de CO2 en la atmósfera fueron en 2019 más altas que en cualquier momento en los últimos 2 millones de años, y desde 1970 la temperatura en la superficie de la Tierra ha aumentado de manera más rápida que en cualquier otro período en al menos 2.000 años.
Los cambios inducidos por el hombre están provocando ya situaciones meteorológicas y climáticas extremas en las regiones del mundo, como evidencian las olas de calor, las fuertes precipitaciones, las sequías y los ciclones.
Los fenómenos extremos (como las olas de calor) “se han hecho más frecuentes y más intensos a lo largo de la mayor parte de las regiones terrestres desde los años 50”, señala el informe, mientras que los extremos fríos son menos habituales y menos severos.
El incremento de las precipitaciones en el este y el sur de Asia así como en el oeste de África se relaciona con el mayor concentración de gases invernadero.
La proporción de grandes ciclones tropicales (categorías de 3 a 5) se ha incrementado en las últimas cuatro décadas.
Influencia humana detectada en todas las regiones
“Es probable que la influencia humana haya aumentado las posibilidades de sucesos extremos complejos”, sentencia el documento, que evalúa los impactos causados por olas de calor, sequías o el clima propicio al fuego y las inundaciones en 45 regiones habitadas en todo el globo.
Así, en 41 de estas regiones del planeta ya se ha observado incrementos de episodios de calor extremo, en 19 crecen los sucesos con fuertes precipitaciones (con 0 regiones donde se dan descenso) y en 12 se aprecian cambios en las sequías agrícolas y ecológicas (solo decrece en una de estas regiones) mientras que para los demás lugares hay bajo acuerdo sobre el tipo de cambio o faltan datos.
“El cambio climático ya está afectando a todas las regiones de la Tierra de múltiples formas. Los cambios que estamos experimentando aumentará con un calentamiento adicional”, dijo Panmao Zhai, copresidente del grupo de trabajo I del IPCC.
El aumento de 1, 5 ºC acordado se alcanzará a corto plazo (2021-2040) incluso en un escenario de bajas emisiones
El informe evalúa el riesgo que existe de que en las próximas décadas se supere el umbral que marca el peligroso aumento de temperaturas de 1,5 ºC respecto al período 1850-1900 (objetivo más ambicioso del acuerdo de París).
Para final de siglo (2081-2100), las temperaturas aumentarían entre 2,1 º y 3,5 ºC en un escenario de emisiones intermedias de gases invernadero, pero podrían encaramarse hasta un rango de 3,3 ºC a 5,7 ºC en el peor escenario (con muy altas emisiones de gases).
La amenaza está a la vuelta de la esquina. Además, se considera “muy probable” un calentamiento superior a los 2 ºC a medio plazo (2041-2060) en un escenario de emisiones muy altas; y es probable incluso que la barrera de los 1, 5 ºC se supere a corto plazo (2021-2040) aunque se dé un escenario de bajas emisiones de gases.
Más del doble de calentamiento en el Ártico
Muchos cambios en el sistema climático se amplifican por el calentamiento, que es mayor en la superficie de la tierra que el promedio mundial; y es más del doble en el Ártico.
Cada proporción de calentamiento adicional hace que los cambios extremos sean más grandes.
Así, cada aumento adicional de 0,5 ºC permite discernir aumentos en la intensidad y frecuencia de las temperaturas más extremas, récord de fuertes precipitaciones, así como sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones.
Ese calentamiento mundial adicional hará que los sucesos con fuertes precipitaciones se intensifiquen y se hagan más frecuentes en la mayor parte de regiones; las precipitaciones extremas diarias crecerán un 7% por cada grado centígrado de calentamiento mundial..
Y se espera que aumente la proporción de ciclones tropicales intensos (categorías 4 y 5) así como la velocidad punta de la mayor parte de ellos a escala mundial a medida que avance el calentamiento. Y es probable que el océano Ártico queda prácticamente libre de hielo en septiembre al menos una vez antes del 2050.
Los patrones de lluvias se están alterando
El cambio climático está intensificando el ciclo del agua. El resultado son períodos muy húmedos y muy secos que se alternarán. Otro efecto son lluvias más intensas con inundaciones asociadas, así como sequías más intensas en muchas regiones. Así, inundaciones que ahora se dan cinco veces cada 50 años de promedio podrían darse hasta 40 veces con un calentamiento adicional de 4 ºC.
Se están alterando los patrones de lluvia. En latitudes altas, es probable que las precipitaciones aumenten, mientras que se prevé que disminuya en gran parte de los subtrópicos. También resultarán alterados los regímenes de los monzones que variarán según la región. Se espera que estas precipitaciones aumenten a medio y largo plazo particularmente en el sur y sureste de Asia, este de Asia y oeste de África.
Subidas del mar hasta 1 metro a finales de siglo y otros efecto irreversibles
Muchos de estos cambios, debidos a las emisiones pasadas y futuras de los gases invernadero, son además irreversibles para los próximos cientos o millones de años, sobre todo los que se dan en las capas de hielo, los océanos o en el nivel del mar.
Los glaciares de montaña seguirán derritiéndose durante décadas o cientos de años. Y se prevé que continúe la liberación del carbono almacenado en los suelos helados (permafrost) a medida que se deshielen. Hay la certeza de que continuará la pérdida de hielo en las capas heladas de Groenlandia y probablemente también en las de la Antártida.
Las áreas costeras verán un aumento continuo del nivel del mar durante el siglo XXI, lo que contribuirá a provocar severas y más frecuentes inundaciones en zonas bajas y erosión en el litoral. Para el 2100 -y con relación al nivel en el período 1995-2014-, el ascenso del nivel del mar se situaría en un rango de 0,44 y 0,76 metros en un escenario de emisiones intermedias, pero puede llegar a estar entre 0,63 y 1,01 metros si se dan emisiones degases muy altas.
A largo plazo, la elevación del mar seguirá comprometida por el profundo calentamiento de los océanos y el deshielo de las capas heladas.
Las proyecciones para los próximos milenios apuntan subidas congruentes con los niveles reconstruidos para los pasados periodos cálidos: entre 5 y 10 metros más altos que hoy hace 125.000 años (cuando las temperaturas eran muy probablemente entre 0,5 ºC y 1,5 ºC más altas que las del período 1850-1900) por ejemplo .
¿Por qué sube el nivel del mar?
El calentamiento provoca la subida del nivel del mar, que se debe a dos razones: una, el derretimiento de los hielos sobre áreas terrestres y dos, la expansión térmica que sufren los océanos por ese calor. Ésa expansión térmica es responsable de la mitad del ascenso del nivel del mar medido entre 1971 y 2018, mientras que el deshielo de glaciares (un 22%), la pérdidas de las capas de hielo en las tierras polares (20%) y los cambio del agua almacenada (lagos...) en tierra (el 8%) aportaron el resto.
De la misma manera, los cambios en los océanos, incluidas las olas de calor marinas más frecuentes, la acidificación de las aguas (que hace perder el esqueleto calcáreo a muchas especies) y la reducción de los niveles de oxígeno se han relacionado claramente con la influencia humana. Son cambios que afectan tanto a los ecosistemas oceánicos como a las personas que dependen de ellos, y que continuarán al menos el resto de este siglo
Calentamiento futuro: inundaciones y sequías en Europa
El calentamiento intensificará los cambios climáticos en las próximas décadas en todas las regiones.
Con aumentos de 1,5 °C habrá más olas de calor, mientras que las fuertes precipitaciones e inundaciones asociadas se intensificarán y serán más frecuentes en la mayor parte de regiones, especialmente en África, Asia y Norteamérica.
Y con termómetros 2 ºC por encima de la época preindustrial la magnitud de estos cambios será mayor. Se prevé que las fuertes precipitaciones y los sucesos asociados a inundaciones serán más intensas y frecuentes en las islas del Pacifico, y en muchas regiones de Norteamérica y Europa. De la misma manera, diversas regiones en África, Sudamérica y Europa experimentaran un incremento en la frecuencia y la severidad de las sequías ecológicas y agrícolas.
El riesgo de alterar las corrientes oceánicas
El informe alerta de que, aunque tengan una baja probabilidad, algunos efectos climáticos, como el colapso de la capa de hielo, la alteración abrupta de la circulación oceánica y otros fenómenos complejos, incluida la posibilidad de que se den niveles de calentamiento sustancialmente mayores a lo previsto, no pueden descartarse; y son parte de la evaluación de riesgos.
El vaso se va llenando y puede desbordarse. Y en este sentido, se indica que no son descartables respuestas abruptas del clima o que se superen esos puntos inflexión del sistema climático, como sería un fuerte incremento imprevisto o repentino del derretimiento de los hielos de la Antártida o la desaparición masiva de superficie forestal.
Pep Canadell, uno de los autores principales
"Al inicio de la próxima década se nos acabará el remanente del presupuesto de carbono"
En unos 12 años, la humanidad habrá arrojado a la atmósfera tal volumen de emisiones de CO2 que las concentraciones acumuladas impedirán limitar el calentamiento a los objetivos climáticos marcados el acuerdo de París contra el cambio climático (un amento de 1,5 ºC).
“Al inicio de la próxima década se acabará el remanente del presupuesto de carbono que nos queda por emitir para contener la temperatura por debajo del limite de aumento de 1,5 ºC”. Quien así se expresa es Pep Canadell, director del centro de estudios Global Carbon Project, uno de los autores principales del sexto informe sobre cambio climático.
El informe del IPCC establece una relación casi lineal entre las emisiones de CO2 acumuladas y el calentamiento mundial que causan.
Se estima que cada 1000 gigatoneladas acumulada (una gigatonelada son 1.000 millones de toneladas: GtCO2) provoca un incremento de temperatura de entre 0,27 ºC y 0,67 ºC; y por eso reducir esas emisiones es un manera de atenuar el calentamiento.
La humanidad ha emitido ya 2390 GtCO2 en su dos siglos de industrialización; y eso ya ha provocado un aumento de temperaturas de 1,07 ºC con respecto a periodo 1850-1900.
Los estudios de Canadell y sus colegas evalúan los riesgos de que el exceso de emisiones a la atmósfera echen al traste con los objetivos climáticos. Así, sus trabajos indican que solo nos quedan por arrojar a la atmósfera 500 gigatoneladas (500.000 millones de toneladas) si queremos tener un 50% de probabilidades de que la temperatura no rebase el referido umbral de aumento de 1,5 ºC.
“Las emisiones anuales mundiales son de 42.000 millones de toneladas de carbono. Y esto quiere decir que, si el presupuesto de carbono es de 500.000 millones de toneladas, este presupuesto de carbono se acabará en unos 12 años, si no cambian las emisiones”, señala en conversación telefónica. “Son cálculos parecidos a los del resumen del informe sobre cambio climático, en el que se establece que el aumento de temperatura media global cruzará la línea del objetivo climático de 1,5 ºC en la década que viene”, añade el investigador afincado en Australia.
El 64% de las emisiones de CO2 proceden de la quema de los combustibles fósiles, mientras que el resto se deben a los cambios del uso de suelo o la reforestación, entre otros factores.
Sus estudios también han servido para confirmar que, pese a la reducción de emisiones de CO2 en 2020 (a causa del cese de actividades por la pandemia) las concentraciones de gases en la atmosfera han continuado. Es algo que compara con el muro de una casa que se levanta con la suma de ladrillos que se han ido superponiendo y acumulando durante años y años. Ciertamente, hemos puesto menos ladrillos en 2020 pero seguimos levantando el muro...
Francisco Doblas-Reyes
"Algunos impactos durarán siglos y milenios"
Francisco Doblas-Reyes ha coordinado el capítulo del nuevo informe sobre cambio climático de la ONU dedicado a evaluar las metodologías que permiten proporcionar información climática a escala regional. “La humanidad no ha conocido incrementos de temperaturas tan acusados como los registrados ahora”, dice este profesor Icrea, director del departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing.
-¿Cuáles son las aportaciones más relevantes de este informe?
-Muchas, pero destacaría el aumento de la confianza en las estimaciones ofrecidas, en particular respecto a la ocurrencia y las proyecciones de los fenómenos climáticos extremos, o que los cambios observados se consideren sin precedentes con respecto a varios miles años en el pasado siendo inequívoco su origen humano. Una parte de lo que ocurra en el futuro está en manos del ser humano, ya que depende de la trayectoria de emisiones que se elija.
-¿En qué grado el calentamiento lo causan los humanos e intervienen causas naturales?
-El calentamiento observado es de origen humano, aunque la variabilidad natural (la interna propia del sistema climático y la asociada a las variaciones de la actividad solar y volcánica) modula este calentamiento y hace que en algunas décadas se acelere y en otras se desacelere. Pero la variabilidad natural por sí sola no explica los cambios observados hasta ahora ni los que se proyectan en el futuro.
-¿Qué impactos se han dado en la región del Mediterráneo?
-Se ha observado un aumento de las sequías hidrológicas y agrícolas, y, sobre todo, de las temperaturas en verano, donde la tendencia ha sido de unos 0,35ºC por década, muy superior a la temperatura media global. Este es uno de los puntos calientes a escala global con respecto al cambio climático.
-¿Y qué fenómenos más intensos nos esperan ?
Los más relevantes para la zona en la que vivimos son el aumento de las temperaturas, sobre todo en verano, y de las precipitaciones muy intensas, la mayor, la frecuencia y amplitud de las sequías y la subida del nivel del mar.
-¿Veremos una subida de temperaturas que rebase los 1,5ºC a corto plazo (2021-2040)?
-Todos los escenarios indican que es probable que se alcance un calentamiento de 1,5ºC respecto a finales del siglo XIX las próximas dos décadas. Este valor se refiere a la media de temperatura en el periodo de 20 años 2021-2040. Es muy probable que en un año específico ese valor se sobrepase antes del 2040.
-Los cambios proyectados serán frecuentes e intensos, pero de distinto signo, ¿no?
-Entre los cambios proyectados es importante distinguir entre aquellos que serán más intensos en función del calentamiento alcanzado, como son los aumentos de los extremos de precipitación, los de temperatura, sequías e incendios forestales, pero que se pueden desacelerar e incluso revertir en las próximas décadas si se da la reducción de emisiones; y aquellos que seguirán durante siglos y milenios aunque se apliquen medidas de mitigación intensivas (sobre todo en el océano), como el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos o la fusión de los hielos en Groenlandia, la Antártida y los glaciares continentales.
-¿Son irreversibles?
-Algunos de los impactos de las emisiones son irreversibles viendo los intervalos de tiempo relevantes para la sociedad humana porque implican que pueden tardar miles de años en detenerse y volver a un estado similar al que la humanidad conoció antes de su industrialización.